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Sala de Análisis: Las cuatro fases del juego

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José Ramón Cobo-Reyes.- Para poder analizar el juego de un equipo, es necesario conocer cómo se enfrenta a las distintas situaciones del juego. A pesar de que el fútbol se considera un proceso inseparable, es necesario dividirlo en distintas fases para poder analizarlo de mejor forma. Las cuatro fases del juego se determinan según la situación del equipo respecto a la posesión del balón: Ataque organizado, Transición defensa-ataque, Transición ataque-defensa y la Defensa organizada. Estas cuatro fases responden correspondientemente a las siguientes cuatro preguntas: ¿qué hace el equipo cuando tiene el balón?, ¿qué hace el equipo cuando lo recupera?, ¿qué hace el equipo cuando lo pierde? y ¿qué hace el equipo cuando no tiene el balón?

Ataque organizado

El ataque organizado es la fase en la que el equipo tiene la posesión del balón y la iniciativa del juego. En esta fase los equipos tienen diversas formas de progresar, distinguiendo en dos tipos de ataque principalmente: combinativo y directo.

Con el juego combinativo, el equipo pretende progresar a través de pases cortos ante una defensa organizada, subiendo como bloque. Este tipo de juego es típico de la selección española, al que también se la ha llamado Tiki-Taka gracias al comentarista Andrés Montes. Con el juego combinativo el equipo suele avanzar de forma lineal por el campo, pasando de la línea de defensas a la línea de medios y  de ésta a la de delanteros, involucrando a la mayor parte de jugadores del equipo, incluso al portero. Algunos aspectos a tener en cuenta para desarrollar  este tipo de ataque son la amplitud, el escalonamiento de los centrocampistas, el tercer hombre, la ocupación de espacios o la movilidad.

En el juego directo, el equipo pretende progresar a través de pases largos y con un alto ritmo de juego. Es el juego tradicional que se ha visto en Inglaterra, en el que los defensas buscan rápidamente al delantero para que el balón llegue lo más rápido posible al área contraria. Con este tipo de ataque, el equipo no progresa de forma lineal y en bloque, ya que hay un rápido salto desde la zona de salida de balón hacia el área rival. Algunos aspectos a tener en cuenta para desarrollar  este tipo de ataque son la ocupación de espacios para ganar la segunda jugada, las incorporaciones, el desmarque de ruptura y la cobertura ofensiva del balón.

Transición defensa-ataque

También se le llama transición ofensiva. Es la fase en la que el equipo acaba de recuperar el balón y se enfrenta a una defensa desorganizada. El equipo puede tomar dos decisiones: contraatacar o mantener la posesión.

El contraataque consiste en atacar de forma rápida al equipo rival, aprovechando que se encuentra de manera desorganizada. Algunos aspectos a tener en cuenta para desarrollar  este tipo de ataque son: primer pase vertical (hacia el delantero), amplitud en el contraataque, ritmo, profundidad y finalización (para evitar la contra del contraataque).

Transición ataque-defensa

También se le llama transición defensiva. Es la fase en la que el equipo acaba de recuperar el balón y se encuentra desorganizado para defender. La reorganización defensiva puede ir dirigida a recuperar el balón lo antes posible o a organizarse defensivamente en su campo, es decir, presionar tras pérdida o replegar.

En la presión tras pérdida el equipo pretende recuperar el balón lo antes posible. Normalmente los equipos que toman esa decisión son aquellos que les gusta llevar la iniciativa y que están organizados ofensivamente para estar en torno al balón, por lo que habitualmente emplean un ataque combinativo. Para poder realizar este tipo de presión es importante que el equipo se encuentre compacto en ataque, para que no se vea una presión desorganizada. Algunos aspectos a tener en cuenta para desarrollar  este tipo de presión son: el acoso, cortar línea de pase, la orientación defensiva y la rápida activación defensiva.

En el repliegue, el equipo que pierde el balón prefiere atrasar su posición y organizarse defensivamente en su campo. Esto no quiere decir que se olviden del balón, ya que es imprescindible taponar ese intento de contraataque con un temporización defensiva de un jugador o recurriendo a la falta táctica. Sin embargo, se distribuyen los jugadores de modo que un número reducido de ellos evite el avance del poseedor del balón mientras que el resto de defensores retrasan su posición y se organizan. Algunos aspectos a tener en cuenta para desarrollar  este tipo de defensa son: la temporización defensiva y las vigilancias defensivas.

Defensa organizada

La Defensa organizada ocurre cuando el equipo no posee el balón. La actitud del equipo puede ser una defensa de contención, presionante o mixta.

En la defensa de contención, el equipo se encuentra replegado y se muestra reactivo en defensa, es decir, espera el error del rival y no provocarlo. Este tipo de defensas las vemos a menudo cuando un equipo es inferior al oponente, y pretende protegerse de esta manera. Algunos aspectos a tener en cuenta para desarrollar  este tipo de defensa es: la colocación, las basculaciones y las vigilancias defensivas.

En la defensa presionante, el equipo se muestra activo en la defensa, es decir, pretende recuperar el balón o directamente propiciar el error del contrario. A menudo los equipos que presentan una presión tras pérdida también afrontan esta fase del juego con esta actitud, pretendiendo recuperar el balón siempre lo antes posible. Algunos aspectos a tener en cuenta para desarrollar  este tipo de defensa son: el acoso, cortar línea de pase o la orientación de la defensa. Es muy importante en la defensa presionante que el despliegue defensivo del equipo sea uniforme, ya que si la presión es desorganizada va a dar muchas facilidades al rival para atacar.

La defensa mixta, como se puede suponer, es la mezcla de ambas. En este tipo de defensa, el equipo inicia una defensa de contención, pero cuando el equipo rival ataca su zona de repliegue cambia la actitud, y pasa a una defensa presionante en la que acosan al rival en esa zona hasta recuperar el balón o que el equipo rival tenga que reiniciar el ataque.

Conclusiones

Este artículo pretende simplificar los distintos tipos de decisiones que puede tomar un equipo respecto a las distintas fases del juego, y analiza o desarrollar un modelo de juego teniendo en cuenta estas fases y las opciones que se pueden dar. Hay que adaptarse al juego y tener variantes en todas las fases de las que hemos hablado. Un ejemplo puede ser el Real Betis de Quique Setién, que en el derbi de Sevilla utilizó el recurso del juego directo hacia Loren ante la presión del Sevilla FC, a pesar de que el equipo verdiblanco destaca por su juego combinativo.