Buen partido del Real Madrid en Balaídos. Desde el pasado mes de septiembre, cuando ganó el equipo otrora entrenado por Lopetegui a la Roma con gran solvencia, los blancos no habían jugado como un gran equipo, pese a las tres últimas victorias. Con Solari, los jugadores parecen haber cobrado la confianza, y con el triunfo en Galicia, se colocan a cuatro puntos del líder.
El mejor del encuentro fue Benzemá. Con dos tantos (aunque uno de ellos fue en propia de Cabral) y un recital de juego, selló un partido sobresaliente. Su conexión con Odriozola generó peligro constante. De hecho, el ex de la Real Sociedad, además de asistir, provocó el penalty que sentenciaba el partido. Por contra, Bale no volvió a brillar y pasó desapercibido durante todo el encuentro.
Pero antes de todo esto, Benzemá había marcado un doblete. Y Jonhy Mallo, con gran calidad, había recortado distancias. Tras esto, el Celta de Vigo empezó a apretar y tuvo alguna para empatar. Pero el citado penalty sobre Odriozola permitió a Ramos, de nuevo de panenka, sentenciar el choque. Era el 1-3.
En el descuento, Ceballos sacó un zapatazo para el 1-4, y Brais -el nuevo internacional español- recortó distancias en el 93. Gran partido en Balaídos, que acredita que el Madrid está de vuelta. Solari seguirá, por ahora, en el banquillo.
Fotografía: Realmadrid.com
Follow
