Jasson Suárez Botero.- El Real Madrid no decepcionó a los seguidores que acudieron, desafiando el frío, al estadio Bernabéu para ver a su equipo frente al Deportivo Alavés del «Pitu» Abelardo. La salida de los blancos estuvo en la misma línea que el equipo observa en los últimos cinco partidos. Cinco partidos en los que los hombres de Solari han logrado otras tantas victorias. Presión, intensidad y ganas de buscar la portería rival.
Tras el primer cuarto de hora de partido el Real Madrid ya merecía ir por delante en el marcador merced a las oportunidades que nacieron de las botas de Ceballos, Vinicius o Benzema. El técnico argentino dejó a Lucas Vázquez fuera y optó por Bale.
La insistencia y el dominio de los blancos, sin embargo, no terminaban de abrir la puerta visitante. Pasaban los minutos y el guión no variaba. El Real Madrid al ataque y dueño de la situación, mientras el Alavés se ordenaba en defensa para aprovechar alguna salida a la contra. No hubo variación hasta el la media hora en la que volvió a aparecer Benzema.
A los treinta minutos de juego, Vinicius se hace con un balón en banda y se va sobre el área rival buscando un socio para sostener su avance. Reguilón ocupó el espacio ideal para el pase y allí la puso el brasileño. Excelente control del joven jugador de la cantera madridista que condujo con precisión, levantó la cabeza y sirvió un balón a boca de gol para que Benzema, oficiando de 9 clásico, pusiera al Real Madrid por delante en el marcador.
El resto de primera parte circuló por el mismo camino. No respondió el Alavés, salvo en alguna tímida intentona, y el cuadro local pudo haber aumentado su ventaja pero eso no se dio. Terminaron los primero 45 minutos con el partido encarrilado y con la grada saboreando un partido sin muchos goles pero sin sensación de peligro para la portería de Courtois.
La segunda parte empezó de otra manera. El partido se enrareció. Era el mismo Real Madrid pero proyectando sensaciones distintas. Nada más salir, los de Aberlado avisaron de que no iban a aceptar el resultado sin ir en busca de pelea. Pudieron los vitorianos, en un par de ocasiones, haber dado un susto serio al Real Madrid.
Burgui estuvo muy incisivo y Jony disfrutó de una oportunidad en la que hizo que Courtois se empleara «escupiendo» el balón y ofreciendo una segunda ocasión que no aprovechó el Alavés.
El partido no era como el de la primera parte y había cierto «rurun» en la grada. Sin embargo en ese intercambio de golpes el equipo merengue es más contundente y Vinicius, que había intentado en muchas ocasiones el gol con disparos muy errados, recibió un regalo de Asensio que le permitió parar, colocar el cuerpo y golpear el balón para mandarlo a la esquina a la que Pacheco no podía llegar. Era el gol que cerraba el partido. Quedaban diez minutos y ya no estaban en el campo ni Bezema ni Bale. Habían entrado Asensio y Mariano y el partido ya solo tenía el interés de saber cómo se cerraría en el marcador.
Había que esperar hasta el último momento, porque Solari le dio cinco minutos a Isco y de Isco iba a salir el pase que sirvió a Odriozola para asistir a Mariano. El joven jugador madridista selló el pase con un gol de garra, lanzándose en plancha y con un cabezazo rotundo mandó el balón al fondo de la puerte alavesista. Ya se jugaba el minuto 91 habría poco más. Mariano salió con muchas ganas y tuvo premio.
El Real Madrid aprovechó su oportunidad y ahora se juega la segunda plaza con el Atlético de Madrid y recorta dos puntos al líder. Buena jornada para los de Solari.
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