La mejoría del Real Madrid de Santiago Solari es ya una realidad. Ni en sus sueños más eróticos el aficionado blanco se imaginaba, hace un mes, poder competir contra el mejor equipo nacional. Pero todo ha cambiado, y los blancos, incluso, pudieron acabar ganando. Pero el empate fue el resultado más justo, lo que deja abierta la eliminatoria para la vuelta, a inicios de marzo, en el Santiago Bernabéu.
Golpearon primero los blancos. Vinicius, que estuvo realmente incisivo en la primera mitad, regateó y puso un balón pasado para Benzemá, que controló y asistió a Lucas Vázquez para que este anotase el 0-1. El FC Barcelona, tras el mazazo, se mostró errático, y alguna contra de los blancos pudo suponer el caos para los baulgranas. Pero Vinicius no estuvo lo suficientemente acertado en los últimos metros.
Y el tiempo seguía pasando y los culés se hacían con la pelota. El daño se hacía desde la banda de Malcom y Semedo, que fueron los mejores del equipo de Valverde. Todo lo contrario que el defensor de esta banda, Marcelo, que hizo un partido deleznable, siendo, con el permiso de Coutinho, el peor sobre el césped. El estado de forma del brasileño es similar al de un oso panda en sus últimos compases.
En la segunda mitad el Barça salió a morder. Y acabó marcando. Malcom fue el autor del tanto, lo que supuso un premio merecido a sus méritos. Y salió Messi, y el optimismo de la grada se desató. Pero lo cierto es que nada cambió, incluso, el Madrid se hizo con el control del esférico en los últimos diez minutos, y Bale, desaparecido desde que salió del banquillo, tuvo una clarísima. Pero erró en la decisión.
Mateu Lahoz no fue un obstáculo para el correcto desarrollo del partido. El pase a la primera final de la temporada se decidirá en la capital.
Fotografía: Realmadrid.com
Follow
