Lopito acaba de superar la prueba más complicada de esta temporada: el quirófano. Las noticias se han correspondido con los pronósticos y el futbolista, felizmente, estará de vuelta dentro de poco más de un mes.
Las lesiones nunca vienen bien y el portero jienense que defiende la puerta del Linares, lo sabe. Esta temporada, por muchas razones, es una campaña muy importante para él. Desde el primer momento salió muy mentalizado para lograr objetivos personales y colectivos. La juventud de Lopito, coincide en el tiempo con una notable madurez, que estaba siendo refrendada con excelentes actuaciones desde principio de temporada.
La lesión supone un frenazo para el portero sin embargo, según se desprende de sus reflexiones, antes y después de la intervención, este tiempo servirá para “resetear” todo y volver con las mismas ideas y renovadas fuerzas.
Los años de fútbol son una carrera de fondo en la que los obstáculos ponen a prueba el carácter de los deportistas. La historia del fútbol está llena de ejemplos de superación. Fernando lleva mucho tiempo trabajando en los cimientos que sujetan a buen portero. Años construyendo un armazón hecho de fe en sus posibilidades, trabajo generoso, silencios largos, esperas tensas y muchas horas de portería. Nada habrá sido en vano cuando, más pronto que tarde, llegue el momento en el que el fútbol te devuelve, de alguna manera, lo invertido.
Ahora a Lopito se le harán largas las horas y duros los días que lo separan del regreso. De todas formas este es un buen momento para, haciendo del defecto virtud, seguir añadiendo ladrillos de experiencia a esa estructura que es fundamental en la larguísima carrera de un portero de fútbol. Todo, por duro que sea, suma. Ya ha comenzado el camino de vuelta…
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