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James, otra vez en la carretera

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Rubén Magallón.- El colombiano James Rodríguez vuelve a salir a la palestra del mercado de fichajes. Muchos están siendo los rumores que acercan al todavía jugador del Real Madrid, cedido en el Bayern de Munich, en equipos como el Nápoles, Juventus, Liverpool o PSG, siendo los napolitanos los mejores posicionados para hacerse con los servicios del jugador.

Lo que es cierto es que ni los bávaros ni los españoles cuentan con James para la planificación de la temporada que viene. La temporada del colombiano en el conjunto muniqués ha sido muy discreta sin encajar del todo en el planteamiento de Kovac y sin conseguir rendir a su mejor nivel. Tan sólo ha marcado 7 goles y ha dado 6 asistencias en 28 partidos, números muy por debajo de lo que debería de rendir un jugador como James jugando como mediapunta o extremo.

Y ese es precisamente uno de los problemas que ha tenido el 11 del Bayern, no encontrar el hueco en el campo. Jugadores como Coman o Gnabry han encajado mucho mejor la filosofía de toque y juego rápido de los alemanes, siendo estos jugadores puros de banda. Y es que el Bayern ha tenido una temporada muy descafeinada, aun habiendo acabado campeón de Bundesliga, con meses con un juego muy lento, previsible e ineficaz y más pendiente de transicionar bien para la temporada que viene tras las pérdidas de Robben, Ribery y Rafinha.

Al colombiano le ha tocado pagar el pato, como se suele decir coloquialmente, porque cualidades tiene, y de sobra, incluso las ha demostrado en suelo alemán, pero el juego de James no encaja con el juego del Bayern. James ralentiza el juego, le gusta tener el balón, pausar el juego, ser hábil con el esférico y apoyarse en compañeros para trenzar jugadas en espacios reducidos. Y ese juego rompía al Bayern que se dedicaba a confiar en las balas Coman y Gnabry para romper defensas débiles, que por el juego que se suele ver en Alemania, es una de las armas que han salvado al Bayern de una temporada catastrófica.

Volviendo a personalizar en James, es un jugador definitivo y protagonista en la mediapunta, un creador y un goleador. Obviamente, debido a su calidad, es un jugador que puede jugar con espacios abiertos y proponer jugadas rápidas de contraataque, pero no es, ni de lejos, su fuerte. James es un 10 en toda regla, un 10 que necesita el balón y que quiere el balón para pausar, organizar, asistir y brillar, no es un Mbappe, un Hazard o un Lingaard. Su golpeo de balón es excepcional, y no necesita ser el protagonista del partido o destacar en estadísticas para ser fundamental para el equipo, James es el tipo de jugador que, para el espectador medio, no aporta nada pero en 90 minutos ha organizado, que no creado, todo el juego ofensivo y en dos segundos te marca el gol definitivo desde la frontal del área.

James tiene que volver a brillar (y lo hará) igual que lo hizo en Mónaco y en la primera temporada con Ancelotti. Tiene todos los ingredientes para ser un futbolista protagonista, determinante y fundamental en un equipo y en una Liga, pero este año, el equipo no era el Bayern y la liga no era la Bundesliga.

@rumagallon