Inicio 1ª División Bálsamo en forma de meneo sin contemplaciones (5-0)

Bálsamo en forma de meneo sin contemplaciones (5-0)

Compartir

Tanto se había afeado la imagen del Real Madrid en los últimos tiempos que daba la sensación de que, en el último partido sensacional de los blancos, John Fitzgerald Kennedy seguía vivo, los hutus aún no habían empezado con el exterminio tutsi en Uganda o, incluso, España tenía presidente del Gobierno. Han pasado años y décadas desde que todo esto ocurrió, es cierto, pero ante el sopor despertado por el equipo en los últimos meses, parece que haya pasado una eternidad para el aficionado merengue que acude a Chamartín. Pero ante el Leganés el Madrid fue una avasalladora. 5 – 0 y pocos fueron, pues pudo caer la intemerata de goles.

No hay, eso sí, que lanzar las campanas al vuelo. Bien es cierto que el conjunto de Zidane cuajó un excelso partido, pero lo cierto es que el club del sur de la capital hizo una actuación deleznable. El portero «pepinero» Juan Soriano, incluso, tuvo que emplearse como bombero: si no llega a ser por él, la goleada habría sido escandalosa, de patio de colegio. También ayuda tener entre tus jugadores a un esteta del balompié, a un bailarín que ejecuta sus movimientos con la elegancia de un cisne, como es Karim Benzemá. Es tan bueno que asusta, lo que supone un sutil guiño a Halloween. Marcó de penalti el cuarto gracias a la generosidad de Sergio Ramos, que ya había anotado el suyo, desde los once metros, con anterioridad. El Bernabéu homenajeó al sevillano por ser el jugador con más partidos en la Selección Española, lo que demuestra que es posible que le voten en masa el próximo 10-N y que consiga más escaños que Más País.

Y también enamoró Rodrygo, un jugador moderno que, incluso, es más contemporáneo si se decide pronunciar la «Y» de forma posmoderna: «RodrAIgo». Él hizo el primero tras asistencia de Benzema, y se movió con una madurez impropia dentro del área, como si su proyección futura vaticinase varios Balones de Oro. Otro dato curioso, que avala su juventud, es la edad de su padre: 34 años. Había jugadores sobre el terreno de juego que pasaban la edad de este. Un talento puro que el Real Madrid ha de cuidar y que, por el momento, tiene una pinta extraordinaria.

Tampoco tiene mala pinta la temporada que está realizando Kroos. Ha pasado de ser el tractor averiado de la campaña anterior a un bólido listo para la competencia del altura. Una gran noticia para uno de los jugadores favoritos del entrenador. Él hizo el segundo a pase, de nuevo, del jugador marginado por el seleccionador francés Didier Deschamps. Hubo tiempo para un quinto, obra de Luca Jovic, cuya mirada de odio balcánico -con cierta similitud a Schwarzenegger- vaticina buenas noches para la parroquia blanca.

Tras el batacazo en Palma de Mallorca, la contundente goleada y las buenas sensaciones ofrecen cierto optimismo al madridismo. No se echó de menos a Gareth Bale -que hizo el esfuerzo de ir al Bernabéu pese a estar echando repetido uno de los grandes de la temporada en el canal Movistar Golf-, ni tampoco a Lucas Vázquez, que no tuvo ocasión de regatearse a sí mismo, al estar los noventa minutos en el banquillo. Si salió Isco, dispuesto a quitarse la etiqueta de exfutbolista que se ha ganado a pulso en el último año y medio.

Fotografía: Realmadrid.com