Inicio Opinión Antonio Oliver Miguel Rodrigo: «Entrenadores de pizarra «MATRIX» hay a espuertas, entrenadores de emociones,...

Miguel Rodrigo: «Entrenadores de pizarra «MATRIX» hay a espuertas, entrenadores de emociones, miedos y egos…muy pocos»

Compartir

Granada es una ciudad que se te mete entre las costuras y te abraza. Siempre es agradable estar en Granada, aunque solo sea un visto y no visto. Miguel y yo estuvimos de acuerdo en eso. Hacía muchos años que no veía a Miguel Rodrigo. Su estela ha sido fácil de seguir por lo mágico de las tierras donde tocó puerto. Siempre ha habido en cada uno de sus viajes algo que, más haya del deporte, los convertía en una aventura apasionante. No ha perdido la viveza en el gesto, en la mirada. Sigue con la curiosidad intacta. Analiza, reflexiona y deja ver en su discurso, después de muchas singladuras, un poso mestizo de inquietud y esperanza. Inquietud y cierta desazón porque al volver encuentra muchas cosas donde estaban o un poco más atrás. Esperanza porque sabe que hay razones para creer en un mundo donde las líneas que nos separan se difuminen para que todo lo mejor de todos nos inunde y acabemos entendiendo que lo global es lo correcto, lo ventajoso. Una charla con Miguel siempre deja cosas concretas y muchas pistas…

 

¿Cómo llegaste al FS en un ambiente general en el que el fútbol era el que dominaba?

«Bueno, como cualquier niño de los años 70, jugábamos al balón en la calle ademas existía el fútbol sala en el colegio y una competición entre colegios los sábados por la mañana, allí fui haciendo amigos y poco a poco me vi dentro de la competición. Es verdad que probé también a fútbol sea con amigos que a través de tres jugadores del Granada CF, Valdo, Carrasco y Comas que vivían en mi barrio y que nos animaban a jugarlo. Probé con algunos clubes, incluido el Granada CF pero sin embargo, el frío, los campos de tierra, mi madre que se lamentaba de la ropa rota y sucia y también como no mi altura, era bajito, pues me hicieron seguir jugando al fútbol sala. Ademas creo que un elemento clave fue que mi padre no era para nada deportista y me empujaba a seguir con los estudios, era muy buen estudiante y no me dejaba asistir a entrenos casi diarios con horarios complicados que me ofrecía el fútbol así que el fútbol sala fue mi salida natural. Como llegué al fútbol sala profesional es una larga historia pero debo reconocer que soy ENTRENADOR POR ACCIDENTE, como la película, y varias personas fueron claves en ello: Armando Rodriguez de Granada, Moli de Málaga, Javier Lozano actual presidente de la LNFS y Venancio López director deportivo de la RFEF marcaron mi vida. Soy lo que soy en parte gracias a ellos, fueron quienes me inspiraron, guiaron y aconsejaron. Aprovecho para darles las gracias una vez más».

¿Ser entrenador, director de un grupo, trasciende al deporte del que lo seas? ¿Qué herramientas debes manejar para ser un buen entrenador?

«Si que trasciende. Dirigir personas con intereses muy diferentes pero con un objetivo común es transversal a cualquier organización, sea del business, del funcionariado, de la enseñanza, del deporte y también de la propia educación de tus hijos. Es por eso que muchos deportistas entrenadores damos charlas para estas organizaciones, para contar nuestras experiencias con deportistas de alto nivel. Siempre que puedo doy una charla para escolares titulada EL DEPORTE: CÓMO CAMBIA MI MUNDO en la que cuento como el deporte y el roce con personas variopintas te cambia para siempre.

Herramientas? obviamente la propia formación intrínseca que recibes a través de los cursos de entrenadores es válida, pero no solo, lo mas importante son las charlas, conferencias a las que asistes, los ratos de café con colegas cuando estás entre horas en esos cursos o dentro de la propia competición y compartes «casos», las lecturas de libros prácticos sobre biografías de grandes dirigentes de personas y sobre todo tu propia experiencia acertando o errando, etc…todo ello te lleva a desarrollar tu intuición, la mejor herramienta para tomar decisiones que gestionan las emociones de los seres humanos que diriges y que por encima de técnicas y tácticas, de sistemas de juego… te harán mejor entrenador si creen en ti, si los gestionas con justicia, si les desarrollas sentimiento de pertenencia y de familia dentro del vestuario, si tienes a todos focalizados en el mismo objetivo olvidando sus egos y preferencias personales, si sienten que son importantes para el grupo independientemente de su rol principal o secundario etc…La gestión de las emociones, la intuición, la inteligencia social y emocional es la herramienta del futuro en el deporte, la familia, la educación y desgraciadamente se enseña muy poco sobre esto. Entrenadores de pizarra «MATRIX» hay a espuertas, pero entrenadores de las emociones, los miedos, los egos etc…muy pocos».

 ¿En qué punto está el equilibrio deseado entre la dirección del técnico y la capacidad de decidir del jugador?

«Bueno, hablando de algo muy practico como es el modelo de juego de ataque, el sistema de juego que usas y las tres fases del mismo (formación inicial, desarrollo y finalización), yo sostengo que como entrenador elijo la formación desde la que vamos a jugar, por ejemplo en fútbol una formación 1-4-4-2 o en fútbol sala un 1-3-1 pero que el desarrollo del sistema de juego pertenece al jugador, y ¿cómo? pues a través de los conceptos técnico-tácticos que le transmito entreno a entreno, vídeo a vídeo, partido a partido más su propia toma de decisiones la cual debe ser favorecida día a día (primero construyo el habito de decidir y luego le doy calidad a la decisión, nunca al revés) sea creativa o no (dentro del modelo de juego pero con variantes); otro cantar es la finalizacion, esa o se tiene o no se tiene y está estrechamente ligada a los euros que te gastas en tener jugadores que la meten dentro, aunque obviamente hay que entrenarla para mejorarla «per se» o crear los estados de animo «mood» para que todo lo que tiro entre a gol y obtengas jugadores que de pronto sin ser goleadores se disparan en la tabla de goleadores, merito 100% del entrenador.

Dicho todo esto, y estando en el año 2020 viene al caso comentar que yo trato de construir un I CLOUD de conceptos técnico-tácticos, una nube conceptual, que los jugadores dominen y que ellos apliquen por si mismo los conceptos en el campo rápidamente y con eficacia, yo los transmito pero ellos los aplican con confianza (punto clave que mencionan todos los futbolistas) a través de su propia toma de decisiones, yo al final del proceso seré un guía. Esto lleva tiempo, es un proceso mas costoso que decir continuamente lo que hay que hacer y dirigir todo dentro del modelo de juego».

¿Podrías explicar lo que te parece más significativo de la forma de entender el juego en Japón, Tailandia y Vietnam?

«El jugador japones de fútbol o fútbol sala busca una única solución para solucionar todo o al menos situaciones parecidas. Recuerdo que cuando el jugador me decía «cómo, qué debo hacer aquí?», yo les decía «DEPENDE» (SHIDAI), eso le descolocaba porque él esperaba que yo le diese la solución y yo les explicaba que cada situación es diferente según el balón, los atacantes, los defensores, el marcador, el minuto de juego, el cansancio, las faltas, el arbitro…. Desde 2009 fue un proceso duro hasta romper con esa mentalidad. Pensad que allí no seguir las instrucciones del entrenador, o seguirlas y que te salga mal, es motivo de deshonor, de pedir perdón («gomennasai mister») así que tuve que erradicar ese valor de la cultura japonesa porque les lleva muchas veces a jugar simple, sin errores, sin asumir riesgos (necesarios para mejorar).

Yo les decía «dentro del campo no somos japoneses, no al 100%, pero fuera me encanta veros actuar como japoneses (fair play, limpiar pista, dejar limpios vestuarios etc…). El error esta mal visto allí, nadie quiere errar, y yo buscaba todo lo contrario, aprender desde el error, darles un «SEGUNDO BALON» en el entreno para que vuelvan a decidir. Este proceso duró hasta el 2012 que ganamos nuestro primer campeonato de Asia AFC 2012 Dubai y nos permitió repetir titulo AFC 2014 Vietnam, allí sentí que yo ya «no era necesario», que gran sensación».

Tailandia…

«Tailandia es todo lo contrario, son los brasileños de Asia, alegres, a veces algo «dejados» en horarios, hábitos pero jugadores de calle, muy creativos, un gustazo entrenarles. Allí hay que ponerles normas, sistemas de juego que los «encasille» un poquito para darles un cierto orden. Un placer dirigir a tailandeses pero recuerda «amárralos estrecho».

Vietnam…

«Vietnam es diametralmente opuesta a las dos culturas anteriores. Fruto de su historia y su régimen político, hay un valor muy negativo, «yo nunca soy el culpable», allí eso es un problema lo que les lleva en el campo a no asumir errores y culpar al otro, nunca ellos tienen la culpa. Hay que sanear eso en el vestuario, hacerles ver la fortaleza del grupo, instaurar el concepto «familia deportiva». Ademas la forma de motivar es mucho mas difícil, y los tópicos de país, bandera, camiseta etc…tienen un diferente efecto. En el día a día, también son muy cuadriculados, se salen poco del guion, prefieren las jugadas pre-establecidas (la uno, dos, la tres…9 y ejecutarlas a «leer la situación» y tomar decisiones. Para llevarlos a la final de la AFC 2018 en Indonesia se requirió de un intenso trabajo decisional, emocional, fue un milagro deportivo del que estoy muy orgulloso. Tienen un problema añadido transversal en todos sus aspectos de la vida, no solo la deportiva, creen que saben de todo y mucho tras pocas lecciones. Lo sentí en el deporte y me confirmaban directivos de business y de Boing, un riesgo de incautos que les impedirá crecer y mejorar, su perdición».

¿Los éxitos en estos países se valoran al nivel que realmente tienen o el hecho de que el motor sea un equipo técnico extranjero puede acabar generando suspicacias que lastran el trabajo?

«No, creo que la valoración es la que es en cualquier otro país, en lo bueno, valoran que has sabido adaptarte a la cultura deportiva, que has sabido comprender la idiosincrasia del jugador, directivos, federación etc…y en lo negativo, pues como en todos los sitios, despierta la envidia de los pobres de espíritu y en un sentido opuesto, la admiración de los que quieren evolucionar contigo. Reconozco que siento la admiración de Japón y Tailandia cada vez que voy, te reconocen en la calle, restaurantes etc..alli el futsal es muy popular, me quieren mucho y ese reconocimiento es imposible ocultarlo, me gusta y reconforta. Quizás en Vietnam sea algo diferente, pero esa es otra historia».

¿Has tenido que batallar más en los campos para ganar al rival o fuera de la pista para convencer a los dirigentes de tu método?

«Jaaaaaaaaa, siempre mas fuera, por supuesto, los dirigentes a veces siguen otros códigos a los nuestros. Recuerdo algunos desencuentros en Japón, os los cuento, nunca lo había hecho. En 2010 mi primer asiático en Uzbekistán, tras perder malamente 7-0 las semifinales contra el todopoderoso Irán, discutíamos en la mesa de la cena si debíamos o no haber presionado y tratar de tener el balón contra ellos. El mánager decía «fue una equivocación» y yo defendía lo contrario. A cierto punto el presidente de la federación de fútbol dijo»esto es una batalla no la guerra, Miguel tiene una meta y habrá que hacer sacrificios, para ganar a los mejores debemos jugar como ellos y estamos capacitados, tengamos paciencia».

Ganamos el tercer puesto 6-1 contra China y todo siguió su camino hasta el titulo del 2012 y 2014. Mi primer abrazo en ambas finales fueron para mi presidente en la tribuna y mis primeras lagrimas cuando me marché en el 2016 también para él. Otro muy sentido fue cuando convoqué a la leyenda del fútbol King Kazu Miura, un dios allí, ya con 45 años activo en el Yokohama FC de segunda división y que nunca había jugado un mundial con Japón por diversos motivos. La federación dijo «estas seguro?. Si les dije. Bueno es tu responsabilidad, nosotros nos….». Fue un exitazo, 10.000 espectadores en un Japón – Brasil pre mundial (resultado 3-3 histórico) y todos los medios de comunicación pendientes del fútbol sala y no del «minifutbol» como dejó de ser llamado a partir de ese momento. King Kazu habló de las bondades del futsal para los niños, hubo merchandaising de futsal y conquistamos un espacio en el corazón del japones, nada fue igual desde entonces. A veces, este invento del deporte, sin riesgo es muy aburrido».

Hay una faceta personal que no sé si se valora o se piensa cuando analizamos tu carrera en el extranjero. ¿Cómo ha afectado a tu vida familiar? ¿Cómo se han adaptado tu mujer y tus hijos al cambio permanente?

«Gran pregunta. Mi familia me siguió desde 2009 a mi aventura japonesa. Mis hijos Daniel de dos y Miguel de cinco años sin saber una palabra de ingles o japones lo pasaron muy mal al inicio especialmente en el colegio, y no fue hasta pasados unos cinco meses que dejaron de estar tristones y llorar, ocasionalmente. Maria, mi esposa, disponía de mucho tiempo libre, como muchas esposas de entrenadores y si no eres una mujer activa, que se busca actividades, se pasa muy mal y se puede arruinar el ambiente familiar. Afortunadamente ella sola o en compañía de nuevas amigas, se adaptó bien a todos los países en los que vivimos y eso facilitó mucho mi trabajo. Creo es uno de los handicaps que existen cuando viajas en familia, y nosotros lo hemos solventado haciendo luego actividades en familia en mi tiempo libre que como seleccionador a veces es «abundante», y creo este es otro aspecto clave, saber desconectar del fútbol o del fútbol sala y vivir en familia experiencias que estos países te ofrecen. Son ya casi 11 años fuera de España y ellos ya están listos para cualquier tipo de viaje. Mis hijos hablan en ingles como lengua materna, chapurrean japones, lo escriben, ahora están con el chino y sobre todo su mente está abierta a los cambios, son extraordinariamente resilentes».

¿Quién es hoy Miguel Rodrigo, persona y entrenador, con respecto al que salió  con destino a Italia para iniciar un periplo de tantos años y por medio mundo?

«Otra persona diferente sea por el paso lógico de los años como por las experiencias vividas como por el roce con culturas tan diversas. De Italia lo competitivo, el resultado y cuidar el «look»; de Japón el no pensar mal de la gente hasta no conocerlos, el respetar a los demás llevando el móvil en silencio en espacios públicos, dejar las cosas mas limpias que las encontré, respeto a los normas cívicas del día a día (colillas, papeles, mierdas en el suelo etc).

Por supuesto mi dieta ha cambiado y ahora platos japoneses, tailandeses y vietnamitas están presentes en mi casa. Las personas a las que conoces, las casas a las que ahora puedo ir a veranear y muchas cosas más. Yo aconsejo a los hijos de mis amigos, en mis charlas a VIVIR LENTAMENTE, que lo traduzco en: » viaja al terminar la universidad, o antes, o en medio, lánzate a conocer el mundo, sus gentes, sus valores, sus culturas, su gastronomía, su arte, su historia, vete y regresa a casa siendo un ciudadano del mundo, un ciudadano mejor. Muchos de los problemas de la España actual se deben a los poco «viajados» que estamos, a tener una visión de poco alcance…no me importaría que mis hijos se incorporasen al mercado laboral «más tarde», ya habrá tiempo para trabajar en lo que te gusta o no, los prefiero formados en el mundo, ciudadanos globales con capacidad de adaptación, sin complejos y atrevidos. Así fui yo de forma natural, y lo pretendo con la gente de mi entorno».

¿Ha llegado la hora de volver a la LNFS o tienes algún objetivo externo que cumplir? ¿Qué ha cambiado, de manera significativa, en nuestro FS desde que te marchaste hasta ahora?

«Bueno, la hora de regresar no la marco yo. Me fui de la mejor liga del mundo hace mucho tiempo y no me arrepiento, soy muy feliz actualmente. He ganado, he perdido, pero sobre todo he mejorado y se que esto cuesta mucho de entender sobre todo por algunos colegas, me refiero a los pobres de espíritu, que nos consideran obsoletos a los «asiáticos» sin darse cuenta que hemos abierto un mercado colonizado tradicionalmente por los brasileños y que sin nosotros y nuestros logros fuera, muchos de ellos no podrían salir con el «áurea» de entrenador español que ahora mismo abre muchas puertas y es garantía de trabajo bien hecho en la mayoría de los casos, al menos en mi deporte. Dejando esto de lado, porque mezquinos habrá siempre, si, me gustaría regresar a la LNFS pero igualmente me gustaría regresar a Asia, donde me siento muy cómodo dirigiendo personas y viviendo día a día. Ayer mismo hablaba sobre esto, con la televisión apagada, mientras cenaba, con mis hijos, y ellos como siempre, aportaban su opinión que fue, «¿dónde viviremos la próxima temporada, tienes ya algo papá? No, les dije, aun no; pues que haya buenos colegios papá, que aquí hay muy poco respeto por los profesores» así sea».

Miguel Rodrigo y yo nos despedimos entre Recogidas y Reyes Católicos. Era una noche fría en Granada que habíamos caldeado con café y palabras. Invertimos dos horas de nuestro tiempo en cambiar impresiones y una de las últimas fue este relato final de las sensaciones que sus hijos tienen en el colegio. Ese espacio retrata nuestras realidades, porque desde los colegios salen las personas llamadas a construir el futuro y el futuro se debe construir a partir del respeto a los que enseñan. Fue una charla sobre FS pero, además, la confirmación de que Miguel, a través del FS, desea cambiar cosas que tienen que ver mucho con la vida de las personas. Su vida en Asía, su viaje general, tengo la impresión de que no ha terminado. Miguel y su familia saben que el horizonte siempre está más lejos…