Jasson Suárez Botero.- El Real Madrid volvió a tropezar de nuevo en casa ante un Celta de Vigo que sacó partido a las escasas ocasiones que generó en la Casa Blanca.
Óscar García salía con defensa de tres, lo que sugería el partido que plantearía el equipo vigués. El Real Madrid, por su parte, empezaba el partido con una presión asfixiante sobre el equipo rival, pero ello no evitó que en apenas 6 minutos Smolov se plantase solo ante Courtois, tras pase de Aspas, batiendo al portero belga con una gran definición.
Tras el gol, el Celta se encerró y el conjunto blanco empezó a lanzar ofensivas buscando el empate. Primero Casemiro en el minuto 9 rematando de cabeza un pase de Hazard que finalmente no encontró puerta. Después Marcelo, que empezó a mostrarse muy activo por banda izquierda y que colocaba en el 13’ un pase a Benzema que logró rematar pero mandando el balón sin peligro a Rubén.
Encontraba dificultades el Madrid para encontrar huecos entre la marabunta de jugadores del Celta en campo propio. Ante esa tesitura, Casemiro en el 16’ lo intentaba con un disparo fortísimo desde fuera del área que por poco no encontró puerta.
Se consolidaba el dominio de los locales, con una presión que cortaba cualquier salida de balón del Celta. Los minutos, sin embargo, empezaban a transcurrir para el equipo merengue que no creaba ocasiones claras de gol. Bale en el 32’ lo intentaba de nuevo con disparo desde fuera del área que también se perdió.
Se empezaba a impacientar la plantilla blanca y también la afición que le dedicaba sonoras pitadas al portero vigués que tardaba en exceso en poner el balón en juego.
Ante las dificultades para romper la defensa del Celta, lo intentaba el Madrid con balones al área. Marcelo en el 35’ ponía un buen balón desde banda izquierda que no encontró ningún compañero, apenas un minuto después Ramos remataba sin éxito un centro de Karim.
En el 41’ sería Bale quien se encontrase con la ocasión hasta entonces más clara del partido tras rematar fuera un centro de Hazard.
En medio del dominio absoluto de los blancos, justo antes del descanso, Jeison Murillo le metió el miedo en el cuerpo a los madridistas tras rematar de cabeza un córner ante el que Courtois tuvo que hacer una gran intervención para mandar el balón fuera.
Llegaba así el final de la primera parte con una sonora pitada a Alberola que no descontó ni un minuto. El dominio de los blancos fue completo, pero seguían por detrás en el marcador ante un Celta que aguantaba hasta entonces las embestidas blancas.Salía el Madrid en la segunda parte con una revolución más, con gol anulado incluido de Ramos por fuera de juego.
El premio a la insistencia blanca no llegaría hasta el minuto 50, cuando una dejada hacia atrás de Marcelo dentro del área, la aprovechaba Kroos poniendo un disparo colocado en el fondo de la portería de Rubén. Sexto gol del Alemán al Celta que sería para poner las tablas en el marcador.
Se lanzaba el Madrid a por el partido. Avisaba primero Hazard en el 56 perfilando dentro del área un pase a Benzema que no terminó cuajando. Después Kroos en el minuto 60 mandaba fuera una volea tras un rechace de Murillo. Seguía apretando el Madrid y en el 63’ pitó Alberola penalti tras un derrumbe muy tonto de Rubén a Hazard. De no haber derribado al belga, el balón se hubiese ido fuera. El capitán blanco anotaría el penalti poniendo el 2-1 en el partido trayendo la calma al Santiago Bernabéu, una calma que terminaría siendo momentánea.
Resultado justo ante un Real Madrid que no había parado de intentarlo desde que se pusiese por detrás en el marcador.
El resto de minutos transcurrían sin sobresaltos para ninguno de los dos equipos, con sustituciones por ambas partes, el conjunto blanco buscando defender el 2-1 y el Celta tratando de buscar el empate. Así ocurriría finalmente en el 84’ cuando Denis Suárez, que había entrado unos minutos antes al terreno de juego, filtraba un pase para Mina, que también acaba de entrar, y que no desaprovechó batiendo por bajo a Courtois.
Era el 2-2, y con ese marcador moría el partido con un Karim intentándolo en los últimos minuts, primero rematando muy alto un balón que le había caído dentro del área y luego con un disparo que rechazó Rubén. El equipo blanco se había convencido de la victoria, se relajó, y lo terminó pagando caro.
Jugó bien el Real Madrid, pero la falta de concentración tanto en el primer gol como en el último lo condenaron a perder el encuentro y a ceder puntos en la ventaja al FC Barcelona, que se reduce a solo un punto, con un clásico que tendrá lugar en apenas dos semanas. El escenario será el mismo que el de hoy, y si los blancos quieren mantener el liderato, tendrán primero que mantener la buena dinámica que mantienen fuera de casa esta semana contra el Levante, y después cambiar la que ha instalado en Chamartín en los últimos encuentros, porque por allí pasará primero el Manchester City y luego los azulgranas. La temporada entra en el mes de marzo y lo que haga el Madrid en estos encuentros puede marcar el devenir de lo que resta de temporada.
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