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Un Messi dos realidades

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¿Qué pasaría si el 2-8 ocurriera la semana que viene?

Un Messi dos realidades. El jugador de fútbol es difícil de definir con exactitud por el nivel de su excelencia. El carácter, las decisiones y los comportamientos de la persona están a una distancia sideral del futbolista.

Lo de ayer no es un hecho aislado. Messi se va del Barça y antes de llegar a la esquina se vuelve. Lo ha hecho en Barcelona y lo hizo con la Selección de su país. El “modus interruptus” es su línea de comportamiento fuera del campo. En el campo es otra cosa. Casi siempre consuma plenamente.

Messi ya no es inmaculado. Pese a la celebración de los culés por el regreso del hijo pródigo, algo se ha roto. La mancha de éste episodio aparecerá cada vez que un resultado negativo  humanice a “dios”. Solo hay que pensar lo que pasaría si el 2-8 ocurriera la semana que viene.

El Fútbol Club Barcelona da la imagen de un club con los pilares básicos muy tocados. Problemas económicos, año horrible en lo deportivo y espectáculo final con las vergüenzas a los cuatro vientos.

Ésta guerra la han perdido todos. Eran un “matrimonio” envidiado desde que se unieron. Una familia perfecta. Ahora son los restos de un escándalo de prensa rosa. Me quisiste, no me quisiste…   Una institución histórica y respetada a todos los niveles  y el mejor futbolista del mundo se han destrozado en un tiempo récord a la vista de sus hijos y de todo el vecindario.  El divorcio no ha hecho más que empezar y como es fútbol, dependerá de los resultados que sea amigable o muy doloroso.