Javier González.- Valladolid. Javi Moyano, capitán del Real Valladolid, se desvincula del club en una operación llevada a cabo ayer por la noche minutos antes del cierre del mercado. El ya exjugador blanquivioleta rescinde su contrato quedando como agente libre.
El jugador jienense ha jugado como lateral derecho, zurdo y central desde la temporada 2015-2016 en la que llegó libre de Tenerife. Con Gaizka Garitano en el banquillo llegó a disputar 24 partidos. El cambio de entrenador fue enriquecedor para él. Disputó 41 partidos, afianzándose en el equipo, aunque no consiguieran la clasificación y promoción de ascenso de categoría. Ese mismo año el lateral derecho fue una pieza transcendental, puesto que el primer objetivo y más importante era la creación y formación de un grupo sólido de trabajo. Moyano fue pieza clave en ese objetivo.
Temporada 2017-2018, fundamental para Moyano en su carrera. Con Luis César, poco más tarde destituido, y con la llegada de Sergio González actual entrenador del equipo. Disputó 26 encuentros y el playoff de ascenso a Primera División, objetivo cumplido con medalla de oro.
Los años de esfuerzo, trabajo, sacrificio y el buen hacer del jugador tuvieron su recompensa, debut en Primera División y como capitán blanquivioleta. En las siguientes dos temporadas, Javi Moyano ha sido un indiscutible para su entrenador, llegando a disputar 29 y 26 partidos en la máxima categoría, cumpliendo todos los objetivos que el club proponía y siendo la piedra angular del vestuario.
Cinco temporadas para el lateral jienense en Valladolid con un palmarés admirable para muchos, 91 partidos en Segunda División y 55 en máxima categoría española, representando al equipo como capitán y formando un grupo con gran proyección. Actualmente es agente libre y se encuentra barajando las diferentes ofertas para seguir jugando.
“Gracias al Real Valladolid he podido cumplir un sueño”. Son algunas de las frases que deja el último capitán del Real Valladolid. Una persona que siempre dio la cara dentro y fuera de los terrenos de juego.
Tanto el equipo de Pucela como la ciudad le estarán eternamente agradecidos por su trabajo, dedicación y sacrificio, defendiendo la camiseta como nadie. Moyano se marcha pero deja un ejemplo que le hará presente cada vez que se hable de grupo, de vestuario comprometido y de respeto a unos colores. Valladolid le desea lo único que se puede merecer, la mejor de las suertes tanto personal como profesional.
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