Antonio Pérez Ortega terminó su etapa deportiva en Jaén en el mismo momento en el que concluyó su etapa académica. Cumplidos sus estudios de derecho en la UJA ya podía tomar decisiones para ir en busca de sus sueños deportivos. Antes había escuchado a todo el mundo pero sabiendo que los tiempos estaban marcados y que lo académico y lo deportivo iban de la mano y al mismo ritmo.
Antonio Pérez vive sus primeras semanas como jugador del FC Barcelona FS y una de sus primeras experiencias como jugador blaugrana será volver a Jaén para enfrentarse a sus excompañeros de Jaén Paraíso Interior y ver, ya con otra camiseta, el Olivo Arena.
¿Cómo imaginas tu regreso al Olivo Arena?
Va a ser extraño. Será raro verme en el Olivo Arena con otro equipo y en el vestuario visitante. La sensación de salir a calentar en la “otra” parte de la pista y ver a mis amigos, a mis compañeros en la otra mitad, será rara. Me va a resultar chocante no llevar la camiseta amarilla. Todo va a ser muy especial muy emocionante. Estarán la afición, mis amigos, mi familia, eso será lo mismo pero, a la vez, totalmente diferente. Me ilusiona volver y agradezco al FC Barcelona que haya aceptado este amistoso. Me consta que lo ha hecho por Jaén, por el club y por mí. Espero que sea un buen partido, aunque es un amistoso y más que el resultado se trata de pulir cosas y de acumular buenas sensaciones.
¿Cuáles son, en tú caso, esas sensaciones después de unas semanas en Barcelona?
Ha sido un cambio muy grande. Ya me había advertido Aicardo que este club era diferente y que aquí iba a experimentar sensaciones totalmente nuevas. Sabía que me incorporaba al mejor equipo del mundo pero una vez que estás dentro empiezas a ser consciente de las dimensiones del club y de la importancia de todo lo que representa. A nivel personal y como jugador tienes todo para poder dedicarte a tu trabajo y preocuparte solo de dar el máximo rendimiento. La organización es perfecta y responde a todo lo que un deportista pueda necesitar para optimizar sus recursos sobre la pista. Es ideal.
¿Cómo te estás sintiendo en lo deportivo?
En ese aspecto sí sabía a dónde llegaba. Aquí hay una plantilla de jugadores que serían titulares en cualquier equipo de la Liga. Estoy con los mejores del mundo. Cada una sabe lo que tiene que hacer. El entrenador trabaja mucho los aspectos tácticos tanto a nivel individual como colectivo y todo es muy intenso. Sabía que aquí las exigencias para mi iban a ser muy altas y he venido también muy preparado para eso. Los jugadores que me rodean me van a ayudar a crecer.
¿Cómo ves tu participación en el juego, tu papel en este equipo?
Sé que no voy a jugar tantos minutos como en Jaén. Eso lo tengo claro pero el entrenador ya ha hablado conmigo de esto y me ha dicho que los minutos me los iré ganando a medida que vaya cumpliendo con los objetivos en cada partido. Velasco, el entrenador, me ha dado toda su confianza y sé que el resto lo tengo que hacer yo. Estoy mentalizado para trabajar en la línea que me ha marcado y a tratar de ser como yo soy en la pista. Tengo que ser eficiente en lo defensivo sin olvidar la faceta ofensiva. El entrenador tiene confianza y yo también.
Las obligaciones de equipo han cambiado totalmente de Jaén Paraíso Interior al FC Barcelona…
Es normal. Son dos realidades distintas. Aquí atacas siempre y lo que más se interioriza es eso. El FC Barcelona tiene la obligación de ganar cada vez que juega. Nosotros es como si empezáramos todos los partidos perdiendo. Hay que ganar y todo lo que no sea eso es una decepción grande. Esa es la idea que flota en el ambiente todo el tiempo. Sin embargo el entrenador nos ha mandado un mensaje muy claro. Velasco insiste en que el trabajo debe hacerse día a día y que si lo hacemos bien, el equipo no tiene techo. El trabajo es el que da los títulos. Todos los equipos tienen la obligación de ganar pero, sin duda, tengo claro que aquí solo vale ganar.
¿Cómo ves desde Barcelona tu papel en la Selección?
Para mí la Selección es la consecuencia de un trabajo pero no es una obsesión. Ojalá el seleccionador se vuelva a acordar de mí. Ahora estoy centrado totalmente en mi trabajo para el club y eso es lo más importante. Quiero asimilar todo lo nuevo cuanto antes y poder ser útil al equipo desde el primer momento. Fui a la Selección siendo jugador de Jaén Paraíso Interior y ahora estoy en el FC Barcelona que puede ser un escaparate mayor pero no pienso en eso. Creo que las cosas se irán produciendo de forma natural pero lo primero es alcanzar un buen nivel en mi club.
Antonio vive ya en otro mundo. El deporte tiene la facilidad de hacer que las personas, de la noche a la mañana, experimenten lo soñado y lo conviertan en realidad. Muchos sucumben a ese cambio. Este joven jugador de fútbol sala tiene cimientos profundos para evitar el “mal de altura”. Hoy entrena en el Palau y en el vestuario le flanquean Ortiz y Marcenio, dos jugadores que tienen, cada uno, tantos títulos como años el joven cierre jienense. Sin duda un estímulo y un reto. Mientras llegan otras cosas Antonio y Luis Carlos, su hermano, pasean por Barcelona para reconocer el terreno y mezclarse, porque si te mezclas sumas, y de eso es de lo que se trata.
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