El fútbol es un edificio de profundos cimientos que se hunden en el alma de las personas, eso lo hace indestructible. Sin embargo tiene las paredes permeables, cualquiera puede entrar sin que nada se lo impida. Es una «Embajada Permanente» en la que nunca se piden «papeles». Eso hace que por el fútbol transiten personas que nada tienen que ver con él y que, demasiadas veces, lo usan, lo pervierten y lo ensucian. Lo sé porque llevó mucho tiempo dentro de este universo ilimitado, fascinante y complejo.
La realidad que termino de describir hace mucho más valiosas experiencias cómo la vivida en Granada junto a Pepe Macanás. Macanás es la expresión objetiva de un pensamiento expresado por Ernesto Sábato: «El mestizaje es fértil».
Pepe nació en «Los Ramos», Murcia, y ha crecido sumando y multiplicado. Sumó algo de todos los lugares donde jugó, vivió, amó y se entregó sin límite y ha multiplicado lo que dio, por todo lo recibido del balón, de las personas y de las ciudades. Hoy es un hombre inmensamente rico. Tiene lo que culquier persona considera el mayor tesoro, Pepe es querido y profundamente respetado por la sociedad general del fútbol, su trabajo, y por las personas que se han cruzado en su camino como ser humano, no importa en qué momento ni en qué lugar. Pepe Macanás ha logrado que esa mezcla sea hoy un ejemplo a seguir y que lo aprendido a lo largo de su carrera, esté sirviendo de guía a futbolistas y a cualquier persona que se acerque a él, porque lo que puede el cariño no lo consigue la fuerza y Pepe siempre lleva la mano tendida y el corazón dispuesto.
El sábado día 13 de mayo, se presentó su libro, «Pepe Macanás, Corazón Blanco y Alma Rojiblanca», en el Ilustre Colegio de Abogados de Granada. Me cupo el honor de moderar la mesa en la que estuvieron la alcaldesa de Granada, Marifran Carazo, Pepe Macanás, protagonista de esta historia; el decano de la institución que nos acogía, Leandro Cabrera, el autor del libro Juan Manuel Fernández y el editor, José Luis Pérez Triviño. Hay días que terminan con la sensación inequívoca de que eres afortunado, el sábado fue para mí uno de esos días.
Follow
