Poco o nada tuvo que hacer el Levante para quedarse con los tres puntos que anoche se ponían en juego sobre el césped del Ciutat de Valencia. Veinte minutos le bastaron al conjunto local para perforar la portería del Málaga y dejar el electrónico con el correspondiente 1-0 con el que finalizaría el choque. La falta de atino de los visitantes, que remataron en más de una veintena de ocasiones, dejaron a los de Schuster sin premio pese a ser el único equipo que lo buscó.
En un partido bronco, sucio y feo el Málaga fue el que más puso para llevarse los tres puntos desde el inicio. Con un Levante a verlas venir y muy encerrado atrás los blanquiazules evidenciaron todas sus carencias. El equipo malagueño no está falto de actitud sino de aptitud que se hace sobre todo visible en la parcela de creación y finalización. El Levante, muy cómodo sin balón, se limitó a esperar su oportunidad a balón parado haciendo gala de ese otro fútbol que tantos resultados le ha dado en el pasado.
Ya había avisado Ivanschitz anteriormente de que el partido se resolvería en una jugada de estrategia y así fue. Un córner magistralmente botado por el austriaco en le minuto 19 lo acertó a conectar David Barral, hombre de moda en el conjunto granota, con un cabezazo que cogió por sorpresa a Willy Caballero. El Levante se echó atrás y el Málaga tomó el total y absoluto dominio del partido. Dominio estéril con el que se llegaría al descanso con otra mala noticia para los andaluces, Weligton se retiraba lesionado.
En la segunda mitad más de lo mismo. El Málaga era dueño y señor del esférico mientras los de Caparrós se defendían suficientemente bien poniendo de manifiesto que su mejor virtud es el esfuerzo colectivo y el orden atrás. Artes que el Málaga parece haber olvidado tras su paso por el fútbol de elite europeo pero tan necesarias como el gol en el mundo del fútbol. Ni una cosa ni otra son virtudes de un Málaga que se mostró descabezado.
Portillo, el hombre que debe llevar la manija de los costasoleños, no apareció en todo el partido. Schuster, en busca de algún revulsivo, decidió deshacerse de paleño dando entrada a Bobley Anderson que aportó aún menos. El Málaga ya iba a la desesperaba pero una y otra vez se topaba con Keylor Navas. Camacho, Duda, Eliseu y hasta el central Flavio Ferreira – en el día de su debut – estuvieron cerca de lograr el empate pero, otro tópico del fútbol, el balón no iba a entrar de ninguna de las maneras ni jugando el partido otra vez.
El Levante se quedó con los tres puntos que lo sitúan en décima posición. El Málaga, que solo ha ganado una vez fuera de casa en toda la temporada, se hunde hasta la decimocuarta plaza tras esta segunda derrota consecutiva.
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