El Atlético de Madrid no falla ante el Rayo Vallecano. Vallecas fue testigo de una nueva victoria de los del Cholo Simeone que encarrilaron el partido desde bien pronto. Los goles de Arda, en dos ocasiones, Costa y Villa hacen que los rojiblancos se aferren al coliderato. Los goles de Viera y Larrivey de poco sirvieron a un Paco Jémez que con esta nueva derrota ve su cargo en la cuerda floja.
El partido comenzaba como si se estuviese jugando en el Calderón. Muy intensa la presión ejercida por los pupilos del Cholo que desde el primer minuto encerraron a sus vecinos muy cerca de su área. El acoso venía acompañado de constante peligro. El Rayo corría un riesgo que solo tardaría siete minutos en dar sus frutos. Era Villa el que presionaba a Saúl, quien recibía un saque de puerta. El cedido colchonero intentaba despejar a banda sin demasiada fuerza y el balón le caía en las botas a Diego Costa que acompañaba en la presión al Guaje. El brasileño amagaba con el disparo pero en el último momento le servía el cuero al asturiano que remataba a placer.
Se abría de esta forma la lata que a punto estaría de cerrarse unos instantes después. Manquillo corría detrás de bueno que se trastabillaba con las piernas del joven lateral rojiblanco. El contacto mínimo le servía a Bueno para teatralizar la escena que Undiano se encargó de convertir en penalti. Viera cogía el balón y se disponía a anotar, pero el que consiguió marcar para su equipo fue Courtois. Tal vez su parada no subiera al marcador pero detener esa pena máxima significó más que cualquier tanto que se hubiese podido conseguir en ese momento.
El sus espoleaba a los del Manzanares que veían peligrar su ventaja. Costa casi la amplía justo después con un zapatazo que Rubén despejaba a medias. El rechace le caía a Sosa que volvía a encontrarse con la buena estirada del cancerbero vallecano. El segundo tanto llegaría poco más tarde. Costa galopaba para luchar un balón con Tito e imponerse a él. La cedía a su izquierda donde aparecía Sosa plantándose solo ante Rubén. Consiguió reprimir sus ganas el argentino y cederla de nuevo a su izquierda por donde venía Arda que tuvo tiempo de acomodarla y empujarla a placer para hacer el segundo.
Reaccionaba el Rayo que solo un minuto más tarde conseguía reducir distancias. Sería Viera quien pondría en las mallas el balón que corrió rápido entre sus compañeros hasta dejarlo a él solo frente a Courtois. Pero poco dura la alegría en la casa del pobre. Solo faltaban dos minutos para el descanso cuando Sosa botaba una falta desde el lateral izquierdo. Saúl saltaba para despejarla pero solo conseguía prolongar el balón hacia el segundo palo donde apareció de nuevo Arda para empujarla. El otomano mandó el choque al túnel de vestuarios con una comodísima ventaja para los suyos.
Con la reanudación el fútbol se volvió agrio y las noticias pésimas. Oliver por fin disfrutaba de minutos y nada más saltar al césped se le salía el hombro cuando estiraba el brazo de la forma más natural del mundo. Los llantos del joven colchonero al ser retirado en camilla sobrecogen a cualquiera. En lo deportivo el partido se estancó. Ya no había profundidad en ninguno de los ataques y, para una vez que la encontraron los visitantes, llegó el cuarto. Era Filipe quien ganaba las espaldas a la defensa y la ponía al primer palo. Costa se lanzaba al suelo para rematar la jugada poniendo fin a la sequía que le perseguía en este 2014.
Este gol relajaba a los del Cholo que lo pagaban pronto. Un minuto después Viera ponía un balón desde la banda y Larrivey se anticipaba a Godín y anotaba el segundo para su equipo. Viendo el resultado de esta jugada el Rayo insistió en esta vía, pero la zaga rojiblanca ya se había visto sorprendida una vez y no consintió en volver a hacerlo. Al final los tres puntos volaron a la ribera del Manzanares y el Atlético volvió a ganar un nuevo derbi.
Jesús Javier Mudarra Maqueda, @Jesmudarra9
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