Inicio 1ª División Victoria balsámica del Sevilla ante un pobre Valladolid

Victoria balsámica del Sevilla ante un pobre Valladolid

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EFE Rakitic Marin Reyes Iborra Sevilla CelebraciónPedro Carmona, Fernando Alcalá-Zamora. Sevilla El Sevilla se ha impuesto con contundencia (4-1) ante un Valladolid carente de argumentos en la vigésimo octava jornada de Liga. El centrocampista Marko Marin, erigido hombre del encuentro, recordó al jugador que despuntó en el Werder Bremen alemán con una actuación sensacional. Gameiro y Rakitic también se unieron a la fiesta del juego de su equipo con participación y goles, sumando el Sevilla su cuarta victoria consecutiva en el campeonato liguero.  

En una tarde de sol primaveral en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, Sevilla y Real Valladolid se volvían a ver las caras en un encuentro marcado por las trayectorias dispares de ambos equipos. El Sevilla por su parte, aún con la herida abierta de su derrota en Europa League frente al Real Betis Balompié en casa, quería recuperar el ánimo de plantilla y grada con una victoria que, a la postre, continúe con la racha victoriosa en Liga y dote al equipo de fuerza para conseguir la remontada en el partido de vuelta ante su eterno rival. Al otro lado del cuadrilátero encontramos al Valladolid, anímicamente fuerte tras conseguir superar ante su afición al todopoderoso Barcelona, necesitaba con urgencia conseguir los tres puntos en su lucha por salir de las brasas de los puestos de descenso.

Con este guión saltaban ambos púgiles al campo. Del lado del Sevilla sorprendía la inclusión en el once de Kevin Gameiro y Marko Marin. Éste último, del que no se está obteniendo el resultado esperado, sorprendió a propios y extraños con una actuación para enmarcar y que recordó al joven centrocampista alemán que despuntaba en las filas del Werder Bremen.

Con el pitido del colegiado Velasco Carballo, comenzó a rodar el esférico sobre el césped del Sánchez Pizjuán. En los  primeros compases del partido, el Sevilla tuvo la iniciativa y el control del esférico, mientras que el Valladolid aguardaba en su campo a la espera de conseguir cualquier balón a la contra y hacer daño a su oponente. Esa posesión estéril del Sevilla y su incesante interés por culminar las jugadas en el área pequeña, hizo que el equipo de Emery malgastara buenas oportunidades y perdiera el balón con asiduidad, aunque lo recuperaba rápidamente gracias a su presión al equipo rival.

En ese cuerpo a cuerpo de ambos equipos, cada uno con sus armas, apareció la figura de Marko Marin que, en el minuto 21 de la primera parte, forzó un penalti cometido por Lluis Sastre, cuando el alemán se adentraba en el área rodeado por tres jugadores pucelanos. La pena máxima la convirtió en gol el capitán Ivan Rakitic, rompiendo su racha negativa desde los onces metros.

Esto marcó un punto de inflexión en la contienda pues el Valladolid, tras ponerse por detrás en el electrónico, decidió subir sus líneas para intentar golpear al rival, pero esta alternativa táctica se convirtió en un arma letal para los de Juan Ignacio Martínez.

Desde ese momento, el Sevilla comenzó a disputar sus mejores minutos en el partido ya que las ocasiones que fabricaban a base de triangulaciones entre Rakitic, Marin y Gameiro llevaban el “uy” a la grada, estando cada vez más cerca el segundo gol de los locales que el primero de los visitantes, que solamente dieron sensación de peligro con el lanzamiento de una falta en la frontal del área botada por Valdet Rama, que el portugués Beto despejó con una estirada formidable.

Antes de la conclusión de la primera mitad llegó el segundo gol local, obra del delantero Kevin Gameiro. Después de una gran jugada personal de Marko Marin, deshaciéndose de varios oponentes con sucesivos quiebros, continuó en carrera para poner el balón a Gameiro que, tras chutar con potencia al palo del portero, ponía el balón en la escuadra de Mariño.

EFE Kevin Gameiro SevillaDespués del segundo tanto local, ambos conjuntos se retiraron al túnel de vestuarios. El Sevilla se iba al descanso con una victoria a buen recaudo realizando un buen fútbol, sobre todo en los últimos 15 minutos de la primera mitad, mientras que el Valladolid salía del campo con cara de preocupación, sin saber muy bien como revertir la situación con la que se encontraban en esos momentos. Su entrenador, Juan Ignacio Martínez, realizó varios cambios para cambiar la cara al partido y reforzar la medular aún sacrificando un punta, dando entrada a Oscar y Larsson por Rossi y Manucho.

En la segunda mitad, ya con el Valladolid agarrado a su único delantero sobre el césped –Javi Guerra – el equipo pucelano vio como el Sevilla no daba tregua, aumentando  el nivel de juego de la primera fase del partido. El conjunto vallisoletano perdió una y otra vez la pelota, a lo que el Sevilla respondió con un baño táctico – gracias a la pizarra de Unai Emery – y técnico, con la calidad que demostraron jugadores como Rakitic, Marin o Gameiro.

Con estas cartas sobre la mesa, el Sevilla volvió a marcar gol otra vez de penalti, aunque no tuvo que ser señalado ya que el balón golpeó en el pecho del defensor pucelano Mitrovic y no en la mano como se pensó. En esta ocasión, Rakitic actuó como el capitán que es y cedió la pena máxima a Gameiro, que la trasformó en gol y aumentaba la distancia en el marcador con el 3-0.

Con el partido prácticamente sentenciado, Unai Emery realizó un doble cambio dando la oportunidad de que la parroquia sevillista ovacionara a dos de las figuras claves del partido – Gameiro y Marin -, que fueron sustituidos por Coke y Bacca. Éste último también fue coreado en su ingreso al terreno de juego por los seguidores colombianos congregados hoy en el estadio sevillista. Esta doble sustitución fue un gran gesto del entrenador guipuzcoano, demostrando lo importante que es gestionar la faceta mental de los jugadores en los partidos.

Como colofón al fin de fiesta rojiblanco, el lateral derecho Diogo Figueiras, finalizó en gol un gran jugada personal de Alberto Moreno en banda izquierda, que ponía el balón raso en el punto de penalti para que el defensa portugués batiera la potería pucelana.

Sin embargo, el casillero del Valladolid no se quedaría vacío ya que, tras un fallo en defensa del propio Alberto Moreno, Javi Guerra hacía el gol visitante tras recoger el balón y chutar sin oposición desde la frontal del área. Beto, con poca participación en el encuentro, pudo hacer algo más por evitar el tanto, ya que el balón iba muy centrado a sus dominios.

Con el partido listo para sentencia y tras haber decretado el colegiado tres minutos de prolongación, el centrocampista uruguayo Cristóforo tuvo que retirarse del césped lesionado, dejando a su equipo con 10, debido a que el Sevilla ya había agotado sus tres cambios, con la entrada al terreno de juego de M´Bia por Iborra. Después de este lance, terminó el encuentro dejando al Valladolid más hundido en los puestos de descenso, mientras que en Sevilla coge impulso para intentar revertir el resultado adverso de su eliminatoria europea frente al eterno rival, el Real Betis Balompié.

Ficha técnica:

Sevilla F.C.: Beto, Diogo, Pareja, Fazio, Alberto Moreno, Cristóforo, Iborra (M’Bia 80′), Rakitic, Marin (Coke 70′), Reyes y Gameiro (Bacca 70′)

Valladolid: Mariño, Rukavina, Marc Valiente, Rueda, Mitrovic, Sastre, Rossi (Óscar 45′), Valdet Rama (Omar 63′), Manucho (Larsson 46′) y Javi Guerra

Goles: 1-0 Rakitic (p.) 21′; 2-0 Gameiro 40′; 3-0 Gameiro (p.) 65′; 4-0 Diogo 73′; 4-1 Javi Guerra 75′

Árbitro: Velasco Carballo (Comité madrileño). Amonestó a los locales Diogo, Bacca y Reyes y a los visitantes Bergdich, Marc Valiente y Rukavina.

Incidencias: Partido disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 29454 espectadores