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La emboscada de Diego Ulissi

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Diego Ulissi CiclismoEn la quinta etapa del Giro de Italia el pelotón afrontó, por fin, una etapa de alto kilometraje -203kms- con dificultades de tercera categoría propicias para la sorpresa. La meta, situada en Viggiano, pueblito encaramado a un monte de aspecto medieval, permitió que la tensión se mantuviera hasta el final. Y allí, en la última rampa, todos los supervivientes probaron suerte. El ganador fue Diego Ulissi (Lampre-Merida), que apareció de la nada para rebasar uno a uno a quienes tenía por delante y alzar los brazos con superioridad.

En la fuga del día, unas horas antes, se habían metido hombres rápidos como Elia Viviani o Ben Swift. Junto a ellos, nueve ciclistas más elevaron el nivel de una escapada de la que el pelotón no pudo quitar el ojo. Así que al frente de la locomotora tuvieron que apostarse los hombres del líder Michael Matthews, su Orica-GreenEDGE. La diferencia se mantuvo cercana a los tres minutos siempre, secando las opciones de los valientes, pero a cambio el australiano hubo de defender su maglia rosa en solitario en los últimos metros de la etapa.

A veinte kilómetros del final, y ya con el monte a la vista de todos, un nubarrón negro decidió presentarse en sociedad para hacer temblar las piernas de propios y extraños. Entre el viento, el cansancio y el nerviosismo cada equipo intentó resguardar a su líder lo más en cabeza posible. Tras cada curva con peligro hubo recuento de daños. Cayeron algunas unidades al suelo -como el español Mikel Landa (Astana)- pero a la resolución se llegó sin mayores sobresaltos.

Los italianos lo intentaron primero. Saltó del pelotón Gianluca Brambilla y también Davide Malacarne. Katusha, el equipo de Joaquim ‘Purito’ Rodríguez, dijo basta, y sus hombres de rojo y blanco tiraron hasta estirar cual chicle el pelotón y cazar a los aventureros a menos de dos kilómetros de meta.

Para entonces la cuesta final estaba ya encima y los fuegos de artificio estallaron en cadena. Lo intentó Nicholas Roche primero y ya todo se rompió. Purito fue detrás y se vació demasiado pronto, perdiendo sus opciones de victoria. Apareció Cadel Evans como un tiburón oliendo sangre y le faltó poco para alcanzar la gloria. Sin embargo la etapa estaba para un italiano. Llegó, claro, de improvisto y por la retaguardia. Diego Ulissi se agarró a la rueda de Michael Matthews, quien luchaba por no perder tiempo y mantener su liderato, y esperó hasta que el australiano cumplió su objetivo y cerró el hueco.

Ulissi le dio las gracias y lanzó su hachazo inesperado y certero. Rebasó a todos por la izquierda e incluso picó segundos a Evans, segundo. En una etapa de emboscadas venció uno de los mejores expertos en esa bella disciplina.

* Imagen con licencia Creative Commons de «brassynn» en Flickr