Álvaro Ferrero.- Tratar los dos partidos restantes como si se trataran de auténticas finales. Así afronta el Real Jaén los compromisos ante Deportivo de La Coruña y Deportivo Alavés, en los que la entidad blanca se juega el ser o no ser en la Liga Adelante. Todos los miembros del club: jugadores, cuerpo técnico, directiva y trabajadores, celebraron el pasado miércoles una comida de fraternización en el Restaurante Casa Herminia para aportar al grupo una dosis extra de unión con el objetivo de sacar la situación hacia adelante.
La plantilla está completamente comprometida para dejar al Real Jaén un año más en la segunda categoría más importante del fútbol español. De sus bocas solo salen afirmaciones positivas y cargadas de convencimiento. “Que no se equivoque ni se confunda la gente. Aquí no se rendirá nadie hasta el último minuto del último partido”. Son palabras del guardameta Toni García, uno de los jugadores que más aporta a la hora de hacer piña en el colectivo.
En la misma línea, Servando quiso hacer hincapié en la necesidad de vencer en Riazor ante un duro rival para no llegar a la última jornada con la soga al cuello: “Tenemos que salir a por los tres puntos. Sabemos que es un campo muy complicado, pero nosotros tenemos que competir y luchar por la victoria. Si la conseguimos, que saquen la calculadora los rivales”.
El Estadio de Riazor presentará un gran aspecto el próximo sábado, ya que, en las últimas horas, tan solo quedaban 400 entradas a la venta. El conjunto gallego se juega el ascenso a la Liga BBVA –con un punto le basta para ascender–, pero saldrá con el objetivo de lograr los tres puntos en su último partido en casa ante sus aficionados.
Por su parte, el Real Jaén necesita sumar para no afrontar el partido ante el Deportivo Alavés con la presión de tener que ganar por lo civil o por lo criminal. Aún así, no eran pocos los que pensaban que la permanencia se dilucidaría en el último compromiso del curso. No les queda otra a los de Herrero que salir a por todas en los 180 minutos que les restan para saborear la gloria o caer en el lodo.
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