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El opio del Barça

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Foto: Diario Olé

messiAcabo de ver un par de fotos de Messi disfrutando de sus vacaciones en familia.Perfecto.Es lo que toca, casi todos lo hacemos, aunque mirando más el bolsillo.Otros, por desgracia, no pueden permitírselo.Sólo pueden soñar en emular a su ídolo, porque soñar es gratis.

Pasan los días y todavía sigo sin poder entender  la campaña del Barça en defensa de su Dios.Obviamente el argentino es el opio del Barca  y eso le “obliga” a mimarlo para que no se le enfade.Millones de euros, millones de renovaciones…Eso es culpa del mercado sí, pero de ahí a defender públicamente a una persona condenada por la justicia junto con su padre, hay una gran diferencia.

Yo no condeno a Messi.Lo han condenado los jueces.Ellos sabrán porqué. A mí “me la trae al pairo” lo que haga o deje de hacer con su dinero Messi o cualquier otro deportista.Es su dinero.A mí no me va a dar nada.

Pero tú y yo, amigo lector, pagamos nuestros impuestos, más nos vale.Otros ni tan siquiera tienen la suerte de tener un mísero trabajo para poder pagarlos.Y aquí viene lo más grave.Doy por hecho que alguno de los miles o millones de sufridores por la situación de Messi está en paro, por ejemplo.Las pasa canutas para llegar a fin de mes, sufre porque no encuentra ingresos…Y se preocupa por lo que le está pasando al astro argentino.

Sería triste escuchar a cualquier currela “de a pie” o a cualquier parado discutir con otra persona para defender a Messi, o a cualquier otro deportista que haya sido condenado por un delito.  Admirar  la calidad de un deportista, disfrutar con sus gestas, reír  sus gracias…eso está bien, pero preocuparse  por sus traspiés extradeportivos? No señor.

Es lo que tiene el deporte de élite y sus mega estrellas. A veces nos ciegan, perdemos la perspectiva como si hubiéramos sufrido una lobotomía y nos sumamos a campañas tan mal bautizadas como ridículas.Una campaña que, en este caso, representa el servilismo sin condiciones de un club que ha decidido ponerse de rodillas para seguir contentando a su adorado creador.Y mientras, los yates siguen navegando sin que sus tripulantes se preocupen tanto como se preocupan algunos directivos y aficionados.

Así somos y así nos va.En todo.