Manolo Jiménez tras haber sido uno de los pilares del Sevilla FC, jugando quince temporadas en sus filas, recaló en Jaén para desde el Real Jaén poner punto final a su carrera como futbolista y asentar las bases para su trayectoria como entrenador. En el conjunto blanco jugó la temporada 97/98 y su paso por nuestra ciudad dejó la huella de gran deportista y de persona de enorme valor humano. Se despidió el jugador de fútbol y emergía un gran entrenador.
Desde el filial del Sevilla construyó su imagen como técnico. En su etapa el filial fue de Tercera a Segunda División. Una gesta que no pasa desapercibida para José María del Nido, Presidente del Sevilla, que confió plenamente en él y le cedió el proyecto que Juande Ramos había abandonado de forma precipitada. De 2007 a 2010 estuvo en el Sevilla. El equipo siempre estuvo en los puestos nobles. Tras salir del Sevilla tuvo su primera experiencia griega. Firmó por el AEK de Atenas donde ha vuelto y entrena en la actualidad. Antes pasó por el Real Zaragoza y por el Al-Rayyan de Catar.
Jiménez, desde el fútbol heleno, sigue las circunstancias que rodean en la actualidad al Real Jaén. No es extraño porque el técnico del Arahal mantiene muchos lazos de afecto con Jaén y con el Real Jaén: “Tengo un recuerdo excelente de mi paso por el Real Jaén. Curiosamente fue donde tuve que abandonar el fútbol. Sin embargo todo lo que recuerdo es bueno. Aquella circunstancia, tener que dejar ahí mi carrera como jugador, no empaña para nada todo lo bueno que viví allí. Siempre conservaré, pese a eso, un buen recuerdo de la gente, de la ciudad y del club. Nunca me arrepentiré de haber ido allí a poner punto final a mi historia como jugador del fútbol”.
Jiménez tiene una dilatada trayectoria como jugador. Mientras jugó en el Sevilla fue quince veces internacional con España y estuvo en el Mundial del 90. Conoce a la perfección los entresijos del fútbol desde el campo y luego desde los banquillos. Sobre el momento actual del Real Jaén y su descenso Manolo Jiménez tiene las ideas muy claras: “Estas cosas hay que superarlas cuanto antes. Lo mejor es aterrizar pronto y tomar conciencia de la nueva situación. Si se tarda, se pierde tiempo. Lo mejor es asumirlo y desde el primer momento ponerse a trabajar para lograr cuanto antes el ascenso de categoría y la vuelta del equipo a un espacio que por historia le corresponde. El descenso ya no tiene remedio y la solución está en el trabajo”.
Cuando un equipo desciende de categoría, sobre todo si el descenso es al infierno de la Tercera se suelen producir deserciones, dudas y mucha gente da un paso atrás. Jiménez lo tiene claro: “Yo quiero tener a las personas que me quieren cerca de mí cuando atravieso por momentos difíciles. Creo que es eso lo que deben sentir todos ahora en Jaén. Afición, jugadores, técnicos y directivos tienen que volcarse en el trabajo y estar juntos. Es la manera más segura de conseguir los objetivos. Los momentos difíciles sirven para ver la gente con la que realmente cuentas. Estoy seguro que en Jaén trabajarán unidos para el ascenso. La temporada será larga y los campos diferentes, más fríos, más duros».
Para el técnico del AEK de Atenas, la juventud en determinados jugadores de una plantilla no supone un problema: “Supongo que será una mezcla de juventud y experiencia. Juventud, no es sinónimo de no saber. Los jóvenes siempre suplen algunas carencias con su gran entusiasmo y eso acaba dando buenos resultados para el equipo. Estoy seguro de que el técnico sacará lo mejor de la plantilla. Lo importante, como ya he dicho, es que todos trabajen juntos y que todo el mundo reme en la misma dirección. Deseo lo mejor para Jaén y para el Real Jaén.
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