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Real Jaén y Martos, dos caminos y un objetivo: ganar

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El Real Jaén prepara uno de los partidos más importantes de la temporada. La salida al campo del Martos tiene muchos alicientes deportivos y emocionales. La historia, la rivalidad y la necesidad, se dan la mano para que este cruce no sea al trivial.

Los marteños no conocen la derrota en su campo desde que se produjera el relevo en el banquillo. Rafa Perales ha mezclado la eficacia como local y la debilidad como visitante. Si tenemos en cuenta lo revueltas que estaban las aguas cuando se hizo cargo del equipo, el saldo no es malo. Todavía tiene que dar un paso más para convencer a la afición marteña. Tiene que ganar fuera y seguir fuerte en casa.

Este partido tiene todos los alicientes que necesita un equipo como el Martos para convertirse en la clave de lo que puede ser la temporada. La primera vuelta arrojó tablas en el campo jienense. Mucho han cambiado las cosas en los dos equipos. El encuentro de la primera manga de campeonato era importante pero con muchos puntos por delante. El reparto de puntos no era bueno para el Real Jaén pero no fue dramático. El Martos cumplió con creces. Ahora las cosas se ven de otra manera. Los puntos valen y pesan.

La victoria del Real Jaén  mete a los de García Tébar de lleno, todavía con un partido aplazado, en la órbita de liguilla algo que, hace unas semanas, parecía ya una quimera. El fútbol suele tener estas cosas. Los capitalinos llegan a este partido con sensación cierta de remontada. Van con el viento a favor. La cabeza de los jugadores del Real Jaén, tras la depresión originada por las turbulencias en la era Ballesta, está en modo victoria. La propuesta del nuevo técnico es recia, austera y pegada al suelo de la categoría. Va a Martos con las ideas muy claras. Escalón fundamental. Solo sirve ganar.

La victoria del Martos propone otro escenario y se apoya en otros argumentos. Frente a las mencionadas sensaciones positivas del Real Jaén está el trabajo que lleva a cabo el joven entrenador del conjunto marteño. Los partidos se preparan sobre la base real de los argumentos deportivos, sobre el conocimiento de los recursos humanos y, luego o antes que eso no está muy claro, sobre la fortaleza mental del equipo. El Martos, en el papel de la tabla clasificatoria, no es el favorito. Los blancos de Jaén llega en crecida. El ambiente puede no otorgarles muchas posibilidades de triunfo. El papel lo aguanta todo, luego viene la pelota y pone las cosas en su sitio. Confirma o corrige.

Cuando termine el partido sabremos si se confirma el pronóstico a si se da la sorpresa. Los planteamientos teóricos solo son eso, teorias. El juego en esta categoría no establece distancias que permitan a nadie jugar con ventaja. Será un partido, como se dice algunas veces, de «detalles». El primer gol, la suerte en sus dos versiones, la buena y la mala, y el viento que sople en las gradas.

La grada va a ser muy importante. El Real Jaén prepara, como es normal, una peregrinación entusiasta a la Ciudad de la Peña y en Martos se trata de agitar el sentimiento local para responder con una representación histórica de aficionados. Ahí se va a jugar otro partido y así tiene que ser. Solo hay que esperar que todo ruede en el campo y que las gradas sean emisoras de voces y ecos, nada más. Todos mirando al campo y respetando al rival. El fútbol o esto o no sirve para nada. Bastante locura hay fuera como para meterla también en los recientos deportivos. El campo de fútbol es de eso, de fútbol y nada más.