Inicio 1ª División Se va Iniesta, se va el genio sencillo

Se va Iniesta, se va el genio sencillo

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Iniesta se va. La despedida ha sido, como toda su carrera, ejemplar. Se marcha por amor a su club: «No podría estar  ya, ni física ni mentalmente, a la altura de lo que mi equipo necesita». No cabe mayor gesto de cariño y de respeto.

Se marcha logrando la unanimidad del fútbol español. Todos de acuerdo en sus valores como persona y como futbolista. Algo casi inédito en esta jaula de grillos quisquillosos que es el mundo de la pelota. Se marcha y nos queda una sensación de orfandad al pensar que ya no veremos en la Liga a un jugador de su nivel y de su talento.

Su levedad en las formas no es obstáculo para ser, en el campo, el más firme bastión de un equipo que se reconoce a partir de sus creaciones. Iniesta escribe el libreto, lo llena de líneas de comunicación fértiles. Dibuja espacios y luego los convierte en pasillos por los  que la pelota transita hasta un destino siempre ventajoso para el receptor…a partir de ahí la eficacia del ejecutante y el gol.

Se marcha el jugador del FC Barcelona más querido en España. El futbolista que nos dio, en un golpe de eficacia, la alegría de ser campeones. Un gol que rompió complejos, hizo estallar la alegría y nos emocionó porque en su segunda piel, ese día, llevaba el corazón de Jarque latiendo al compás de todos los corazones de España. No cabía más gozo ni había forma de explicar aquella sensación. Aquel cuadro de excesos emocionales lo firmó este futbolista, que hizo de la pelota una excusa para trazar puentes de palabras y de gestos. Los amantes del fútbol lo recordarán por sus hazañas naturales, sin embargo la persona y su condición trascienden. Iniesta es un enorme jugador del fútbol pero, por sus obras los conoceréis, estamos ante un ser humano de valor incalculable.

Iniesta se marcha con toda la gloria a cuestas. Seguramente, por su humildad, esa es una carga pesada. La que también se va con él es su maleta de reconocimientos sinceros y del enorme cariño que sembró y que ahora recoge. Hasta siempre Andrés. No tardes.