Inicio Champions League La Reconquista empieza con baile (3-0)

La Reconquista empieza con baile (3-0)

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Una ingente cantidad de mosquitos se amontonaban en torno a los grandes focos de la parte alta del Bernabéu, los que dotan de luz, desde arriba, a todo el campo. Conforme los molestos insectos se acercaban a la fuente lumínica, se quemaban y caían sobre el público y sobre la zona de prensa. El picor en el cuerpo y cuero cabelludo de los afectados era constante: ¿Se avecinaba una plaga de algún tipo, como la de las langostas en Egipto?

Fue Moisés el que avisó al faraón de que se aproximaba una dañina plaga de langostas. Pero, en el coliseo blanco, los mosquitos no eran la señal que avecinaba el caos. Tampoco lo era el buen juego del Real Madrid en la primera parte, al que solo le faltó una enorme puntería. La plaga llegó en forma de vendaval ofensivo de los de Lopetegui y el que la desató fue el mismo personaje que la había desatado en los últimos nueve años.

Las cariacontecidas caras se volvieron macabras risas cuando se extendió la noticia: Cristiano Ronaldo había sido expulsado en su primer partido en Champions League con la Juventus. Los asistentes al Bernabéu rumoreaban y hablaban sobre esto. No les quedó otra a los blancos que empezar a marcar, y así Isco puso el primero en el marcador. Sergio Ramos, que podría hacer de faraón en cualquier obra de teatro, cedió la bola al malagueño y este le susurró a la pelota un verso de Altolaguirre para depositarla en la red.

Y la segunda mitad fue un absoluto jolgorio. El Real Madrid bailó a la Roma con un juego bellísimo y una cantidad anormal de ocasiones claras. Pudo el equipo de la capital hacer cerca de una docena de goles, pero Olsen estuvo bien y la puntería regular, como ya se ha dicho. También pudo la Roma hacer varios goles, pues donde más flojeó el equipo de Lopetegui fue atrás. Especialmente triste fue el partido de Marcelo, al que le ganaron la banda en infinidad de ocasiones. El técnico vasco ha de solucionar esto si quiere que su club aspire a todo, pues un equipo más serio le habría hecho un feo agujero al equipo. Además, Navas tuvo grandes atajadas de mérito.

Pero está acabando aún septiembre y el Madrid aún ha de presumir. No todos los años un conjunto inicia la reconquista de su cuarta Champions seguida. Por eso se debe aplaudir el enorme trabajo de Casemiro como «stopper», la excepcional pareja y el descomunal partido que hicieron Kroos y Modric, la belleza de Isco con la pelota en los pies y el buen encuentro de Benzemá y Bale, que fue el encargado de hacer el segundo. ¡Y si Asensio hubiese metido la ruleta!

Y el gran aplauso de la noche fue para el «7» del Madrid. Mientras Cristiano mandaba sus lágrimas al Turia, Mariano cogió su camiseta, y tuvo un cuarto de hora en el que puso su sello en forma de gol. Un verdadera trallazo inalcanzable para el meta sueco de los romanos. Una forma excepcional de empezar la andadura europea.

Fotografía: Realmadrid.com