Remontó el líder el resultado adverso y se mostró sólido durante gran parte del encuentro para afianzar su ventaja y ganar en el siempre difícil Reyno de Navarra por 1-4. Con goles de Isco, Ramos, Lucas Vázquez y Jovic, el equipo de Zidane vence en uno de sus feudos donde la ley no escrita del fútbol dice que es donde se gana la Liga.
Y todo empezó muy mal, con el gol osasunista de Unai. El miedo era que, tras el varapalo de Copa del Rey ante la Real, el equipo blanco entrase en una espiral de dudas que afectase a su buen rendimiento desde octubre. Pero no, supo rehacerse e Isco marcó su primer gol en la competición doméstica, y su segundo en la temporada tras anotar ante el Valencia en la semifinal de la Supercopa.
Tan solo cinco minutos después el capitán, muy insultado por la grada local, puso el segundo a pase de Casemiro, imperial como siempre en el medio del campo. Y así se llegó al descanso. En la segunda mitad, quizás le faltó el brillo al líder en buenas partes del encuentro, pero el Osasuna no generó un excesivo peligro.
Así, a menos de diez minutos del final, tras un baile maravilloso de Benzemá que se tradujo en asistencia, Lucas Vázquez puso el tercero. Era la forma de cerrar el partido de uno de los grandes mimados de Zidane. El técnico, de hecho, dio descanso a su ariete en los últimos cinco minutos y dio salida al desaparecido Jovic. Curiosamente, tuvo tiempo el serbio de hacer el cuarto, su segundo tanto en Liga tras el que anotó en la goleada al Leganés, después de una cabalgada imperial de Valverde cuando el equipo ya había hecho los deberes.
Un gran triunfo blanco, trabajo desde la defensa y que, a falta de lo que haga el FC Barcelona en campo del Betis, los sitúa líderes con seis puntos de ventaja sobre el eterno rival.
Fotografía: Realmadrid.com
Follow
