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Luigi Garlando, en la Gazzetta dello Sport, pide a Buffon que rectifique por su bien y el del fútbol

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El diario deportivo italiano «La Gazzetta dello Sport» publica una columna en la que el prestigioso escritor y periodista, Luigi Garlando, pide a Gigi Buffon que retire sus ataques al árbitro y reponga la mejor imagen que en Italia tienen del gran guardameta de la Juve. Merece la pena que reproduzcamos esta columna por el fútbol, por Buffon y por el periodismo en general. Respeto, rigor, reflexión y equilibrio: periodismo.

Hay paradas que nacen imperfectas y se hacen vitales con una segunda intervención. Las llamamos ‘paradas en dos tiempos’. Eso, Gigi: necesitamos un segundo tiempo para aquellas palabras que se te escaparon tras el Madrid-Juve, como un balón escurridizo. Vuélvelas a coger, ahógalas, bórralas, pide perdón, una proeza que sólo los hombres valientes saben cumplir. El penalti era discutible, Ok. Comprendemos hasta el fondo la gran amargura de una hazaña destruida de aquella manera, en el último suspiro. Ya imaginábamos un epílogo en los penaltis, contigo gigante entre los palos del Bernabéu, como Zoff en el ’82.

Merecías sellar una carrera legendaria agarrando las grandes orejas de ese trofeo. En 2006 levantaste la Copa del Mundo, tú eres el Muro de Berlín. Los que te admiraron durante veinte años entregaron toda su comprensión humana para justificar tu desahogo. Pero llegó un punto en el que tuvimos que parar: las palabras de después del partido no caben.

Nos dolió comprobar que las peores fueron las últimas, las de después de la ducha, cuando tuviste todo el tiempo para enfriar tu instinto y volver a coger tu sentido de responsabilidad. El que se requiere a un hombre de deporte y, aún más, para el capitán de la Nazionale. Un árbitro nunca será “un asesino” o “un animal”. La sensibilidad que le pides a Oliver tenía que sugerirte evitar hablar de “delitos en contra de la humanidad”, aunque fuera solo “deportiva”, en los días de Siria y de los niños que sufren el fuego.

Tú demostraste a menudo tu sensibilidad. Por eso la depresión te atacó. Maravillosas las lágrimas que lloraste en el campo tras el Italia-Suecia. Aquella noche confesaste: “Lo siento por los niños que, este verano, no verán Italia al Mundial”. Eso, Gigi. Piensa en los niños y los chicos que orientan sus comportamientos mirando a los campeones.

Tú, desde siempre, estás entre los más amados y los más seguidos. Imagina que en el próximo fin de semana algún joven futbolista le sugiera al árbitro irse en las gradas a comer patatas. Se sentirían autorizados a hacerlo: “Lo dijo también Buffon”. Gigi, lánzate sobre tus palabras, ahógalas, bórralas. Zidane nunca pudo borrar el cabezazo a Materazzi. Tú puedes demostrar que eres más fuerte que él, como en 2006. Recuérdale a los chicos que el fútbol es respetar las reglas y las personas, y que un error, como una derrota, es parte del juego y le da valor a las victorias. Puede fallar un árbitro y puede fallar un equipo que deja a un rival sólo en el área en el 93’. Lánzate, Gigi. Nosotros ya estamos de pie, listos para aplaudir tu bella parada en dos tiempos.