Jasson Suárez Botero.- El nuevo formato de copa con un único partido hasta seminales no permite errores, y el Real Madrid cometió muchos, le faltó minutos para remediarlo. El primero, quizás, incluso antes del comienzo del encuentro, una alineación muy atrevida de Zizou que no pudo remediar con los cambios.
El encuentro arrancaba sin un dominio claro por parte de ningún equipo, lo que sería un prolegómeno de lo que sería el resto del partido. En el minuto 9’ llegaba la primera ocasión para Karim que disparaba dentro del área un balón que terminó Remiro rechazando a córner.
Lo intentaba más tarde la Real en el 15’ por medio de un disparo de Januzaj que terminó mandando Militao de manera providencial a córner.
Volvían a intentarlo los madridistas cinco minutos después por medio de Vinicius que, tras una carrera por banda izquierda, centraba un balón en el área que Benzema no consiguió conectar correctamente. El brasileño empezaba a mostrarse muy activo en el partido en una banda izquierda que terminaría haciendo suya, para desgracia de Gorosabel.
En el mismo minuto de la ocasión anterior, aparecía el que sería el otro hombre del partido, Erik, que mandaba un disparo fortísimo al arco blanco que Areola rechazó a pies de Odegaard, quien no falló rematando desde fuera del área el rechace para mandarlo dentro de la portería blanca.
Trataba de reaccionar el equipo blanco ante el gol en el minuto 25 con una carrera de velocista de Vinicius Jr, con autopase incluido, que culminaría en un centro al área que Karim no logró rematar. Muy poco acertado el delantero francés, que tampoco iría in crescendo a lo largo del encuentro.
Lo intentaba el conjunto de Zidane, pero sin mucho acierto arriba. La Real Sociedad, por su parte, se iba sintiendo más cómodo con el transcurso de los minutos, asumiendo el papel de las contras.
En el minuto 31 otra vez Erik amenazaba el arco de Areola con un disparo peligroso que se marchó por encima de la portería.
La más clara hasta el minuto 35 para el equipo local sería un disparo colocado de James que rechazó Remiro con una buena intervención.
Apenas dos minutos después, aparecía otra vez Vinicius en la que sería ya “su banda izquierda” para driblar habilidosamente y poner un centro al área que terminaría cayendo en pies de Valverde que mandó un disparo fortísimo dentro de los tres palos ante el que tuvo que intervenir el meta de la Real mandando el balón a córner.
No tenía freno la exhibición de Vinicius que en el 42’ se llevó de espuela un balón que terminó rematando Marcelo a manos de Remiro.
A las ocasiones creadas por el brasileño las seguían las de Erik, que apenas un minuto después disparaba un balón desde fuera del área que terminó marchándose fuera.
Terminaba sin más ocasiones la primera mitad. El Real Madrid trataba de sobreponerse del gol, pero la Real, lejos de achantarse, avisaba al conjunto blanco con la amenaza del segundo gol en el marcador. Los blancos no se sentían cómodos en el terreno de juego ante el esquema táctico puesto por Imanol, notando ausencias en un centro del campo en el que apenas tuvo incidencia en la primera parte.
Movía casi obligado ficha Zizou, que mandaba a Modric a entrar sobre el terreno de juego en el lugar de James, que había tenido una intervención discreta en el encuentro.
Le metieron el miedo en el cuerpo los de San Sebastián a los madridistas en el 48’ con un gol de Erik que finalmente el VAR anuló por fuera de juego.
Apenas 5 minutos después, el susto se convirtió en horror tras un remate de volea de Erik que se metió dentro del arco madridista tras una gran jugada de Barrenetxea que terminó en pase para el sueco que definió al más puto estila Ibrahimovic. Era el 0-2.
El susto había dado lugar al horror, y el horror se convirtió en pesadilla en el 55’ con un disparo fortísimo de Erik desde banda derecha que suponía el 0-3 en el partido. Sonora bronca del Bernabéu a Marcelo, al que culpaban por el gol de Erik, no había estado muy acertado el lateral brasileño durante el encuentro, ni él ni Nacho por la banda derecha, que había fallado también en el segundo gol.
Apenas 4 minutos después, en el 59’, intentó resarcirse Marcelo con un disparo fortísimo con el que batía a Remiro. Era el 1-3 y el equipo blanco empezó a creer en la remontada, en especial un hombre, Vinicius, que si hasta entonces lo había intentado, con más ímpetu lo continuaría haciendo tras el gol. Él mismo, en el 63’, se lo guisó y comió él solo tras driblar con habilidad a la defensa de la Real y mandar un balón al palo largo que por poco no encontró puerta.
Cuando el conjunto local subía la presión a la Real, estos respondieron de manera súbita en el 68’ con un pase desde banda derecha de Erik a Mikel Merino que remató a placer. Pésima la actuación de la defensa blanca hasta entonces. Era el 1-4 y la afición blanca empezaba a abandonar el campo.
Los que se quedaron se abrazaron al espíritu de las remontadas en la Casa Blanca, porque se necesitaba un milagro, que no terminó quedándose tan lejos. Zidane se encomendó a los terrestres, específicamente a Jovic y a Rodrygo, a los que dio entrada en el 75’ en el lugar de Brahim y Valverde.
Ya en el 78’, el protagonista del encuentro pasaría a ser el VAR. Primero en el 78’ anulando un gol de Vinicius por fuera de juego, y luego apenas tres minutos después cuando dejó en suspense al Bernabéu tras un gol de Rodrygo que, esta vez sí, subió al marcador tras empujar un balón dentro del arco del meta de la Real Sociedad tras pase de Vinicus que venía de liderar un excelente contraataque.
Con el 2-4, el Madrid volvió a creer en la remontada. Sin embargo, el tiempo se le echaba encima y tuvo que esperar hasta los minutos de descuento para ver como Nacho, en el 93’, ponía el 3-4 tras rematar a placer un rechace de Remiro.
En el último suspiro del partido la tuvo Ramos de cabeza ante Remiro, pero remató flojo y sin problemas para el meta de la Real.
Una nueva temporada en la que se le resiste al conjunto blanco el triplete. Varios los posibles señalados tras la derrota de hoy, empezando por el banquillo y terminando en el VAR. En todo ese amplio rango entraría la defensa blanca, que tuvo un partido nefasto, especialmente en los laterales. El equipo echó de menos a jugadores como Casemiro, y arriba lo único destacado fue Vinicius, el mejor hombre del Madrid en el encuentro, insaciable y competitivo durante todo el encuentro. Otros, a los que Zidane hoy dio la oportunidad de jugar, tampoco respondieron a la confianza del técnico.
Salvó al equipo, y lo perdonó una afición muy enfadada a lo largo del encuentro, el empuje y entrega de los jugadores en los últimos minutos, pero que no siempre sale bien teniendo en cuenta que los partidos duran noventa minutos y no veinte.
Mérito también de Imanol y de su equipo, que manejaron la presión del equipo local y supieron aprovechar las ocasiones que tuvieron, con mérito especial de Isak, que culminó un gran encuentro y que a punto estuvo de llevarse un hattrick de la casa del equipo en el que pudo terminar jugando.
El conjunto blanco debe cerrar la herida pronto y empezar a pensar en el mes que atraviesa ahora, con Liga, Champions y el clásico apenas termine el mes, preocupándose por continuar con la buena dinámica que se había instalado en los últimos encuentros.
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