Inicio 1ª División Parece que están de vuelta.

Parece que están de vuelta.

Compartir

FC Barcelona 4-0 AC Milán.

Dilucidar si ha vuelto o no el Barça de los últimos cuatro años es una cuestión que encontrará respuesta con el paso de las semanas. Anoche, el Barcelona logró la remontada que necesitaba y que se le resistía a esta generación de futbolistas que lo ha ganado todo, pero ahora la pregunta es si ese pobre y triste Milán es un termómetro fiable como para conceder el alta médica. No obstante, los cuatro goles y el pase a cuartos de final confirman una evidente mejoría. El paciente vuelve a sonreir, mira hacia adelante y parece haber dejado atrás los fantasmas que hicieron tambalear sus creencias. Hoy, este Barcelona tiene sentenciada la liga y espera rival en Champions. Todo es maravilloso de nuevo en can Barça. La semana maldita se recuerda como una terrible pesadilla de otro tiempo. Fútbol.

Pero si algo quedó patente durante el partido de anoche es que el rival más terrorífico que puede cruzarse en el camino de este equipo es -Madrid a parte- el propio Barça. La posesión volvió a ser un arma y no un escudo protector, aumentó el ritmo de las triangulaciones y el Barça encontró portería. A los cinco minutos de partido, Messi se infiltró en el corazón de la zaga lombarda para sabotear el plan de Allegri. El argentino controló en el balcón del área, armó la zurda a la velocidad de la luz, y reventó la portería de Abbiati con una descarga de talento y coraje acumulada durante semanas. El genio explotó y la consecuencia fue un zapatazo que mostró el camino a los suyos y sentenció a los italianos del Milán.

El Barça estaba enchufado y su estrella también. Además de alegría en su juego, los de Tito y Roura recuperaron esa presión asfixiante y solidaria que ahoga a los rivales en su propio campo. No hubo cuartel para nadie, ni se mostró clemencia en ningún momento, así que el Milán se limitó a defender y a tratar de evitar lo inevitable, igual que un reo pide compasión en el patíbulo justo antes de rendir cuentas ante la Ley. Ningún poder divino escuchó a los italianos, y el balón de Niang se estrelló en el poste de la portería Valdés. La suerte estaba echada, un minuto después volvería a marcar Leo Messi. Otra vez él.

La segunda parte sirvió para encumbrar, entre otros, a David Villa y a quien tuviera la idea de apostar por él. El guaje, que a punto estuvo de salir en el mercado de invierno, volvió a reivindicarse con un gol sublime de los que solía marcar no hace mucho tiempo. Recibió un balón de Xavi dentro del área, y desde allí, escorado ligeramente a la banda derecha, cruzó el balón con la zurda hasta el segundo palo de Abbiati. Imparable. Presionó, tiró diagonales, entró en el juego, sembró el pánico y terminó marcando. Como en los no tan viejos tiempos. Además de ser el máximo goleador en la historia de la Selección, David Villa es también el segundo goleador del Barça esta temporada, a pesar de que apenas ha tenido minutos. La ovación en el cambió sirvió para volver a verle sonreir y comprobar que se le quiere y se le necesita.

Sin más historia, y con algún que otro susto sin importancia, Jordi Alba redondeó la goleada y cerró la histórica remontada que urgía en el Camp Nou. ¿Es el fin de las dudas y los problemas? Veremos, aunque parece que están de vuelta.

@NachoElbal