Inicio 1ª División «Legado Rubiales», compendio de soberbia, vulgaridad y torpeza

«Legado Rubiales», compendio de soberbia, vulgaridad y torpeza

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El «Legado Rubiales» es tan bochornoso como lógico. De líneas torcidas no puede salir nada recto. Sin embargo hemos convivido con eso sin demasiados escrúpulos, sálvese el que pueda. Tuvo que ser un «harakírico» subidón de soberbia y desprecio, el que desencadenó el hundimiento de un proyecto construido para todo, menos para arrojar luz y limpiar el fútbol. «Dime de lo que presumes y te diré de lo que careces» un refrán, filosofía popular, que viene como guante a la mano.

Pretender usar, por ejemplo, a profesionales reconocidos (Comité de Integridad) para intentar disimular sus clarísimas intenciones, fue un signo evidente de impericia, insolvencia intelectual y desprecio al sentido común. Las dimisiones de sus miembros fueron un gesto que encendió todas las alarmas, pero el sistema fue amable con él y sólo su condición despótica de «amo», ayudó a que un escatológico arsenal de barbaridades se proyectara en su verdadera magnitud a la vista del mundo entero. Nada que sorprendiera a nadie, paradójico. 

Personalmente no temo por el llamado daño «reputacional», el fútbol español en sus ámbitos ejecutivos no ha sido nunca un ejemplo demasiado recomendable, su historia de gestión se cuenta por líos y juzgados, sin que ello haya alertado a nadie ni dentro ni fuera de España. 

Sin embargo a lo fundamental, al fútbol, si le perjudican los malos gestos económicos, las desviaciones, los vacíos de poder, el desprecio por la ética y la falta de dedicación, trabajo y recursos para lo importante.

También me acuerdo ahora, contando damnificados, de muchos trabajadores de la RFEF que han vivido en régimen de miedo y que ahora pagan condena de duda. Todo ello quizás no está siendo, en mitad del ruido, suficientemente evaluado y ese olvido es otra forma de injusticia.