El Madrid sufre para meterse en semifinales.

Galatasaray 3-2 Real Madrid.
Imagen: EFE.

El Real Madrid consiguió pasar a semifinales de Champions por tercer año consecutivo a pesar de caer por 3-2.  El Galatasaray convirtió lo que debería haber sido una fiesta en un auténtico infierno para el Madrid, que vio peligrar lo que era una clasificación cantada.

El choque comenzó con dominio del Real Madrid, que a base de posesión quería hacer desaparecer el sueño de la remontada para los locales. El Madrid estaba cómodo sobre el césped y con las mismas sensaciones que en el partido de ida. La grada empujaba convencida del milagro pero pronto Cristiano Ronaldo logró silenciarlos  marcando el primer gol gracias a un pase de la muerte de Khedira. El luso lograba marcar su décimo gol en esta Champions.

Las esperanzas turcas se fugaban al mismo tiempo que la ilusión, el Galatasaray parecía muerto tras ese gol viendo como el Madrid movía la pelota más pendiente del sorteo del día 12 que de la eliminatoria. Pudo ser Di María el que cerrara por completo la eliminatoria con una gran ocasión que atajó Muslera, las caras de decepción se adueñaban del banquillo local y del propio graderío. La única mala noticia para el Madrid en la primera parte era la lesión que obligaba a Essien a abandonar el campo en el minuto 28.

El poco peligro, por llamarlo de alguna manera, que provocó el Galatasaray fue un disparo lejano de Sneijder y una falta estrellada en la barrera de Inan, que conseguía animar a una grada deseosa de un rayo de ilusión al que aferrarse.

En la segunda mitad cambió totalmente el guión, los turcos empezaron a dominar el partido ante un Madrid relajado, seguro de su clasificación. Aunque si hay un jugador que no echa el freno, ese es Cristiano, que falló un gol cantado en el minuto 56. Pero el dominio turco les llevó al gol del empate, o mejor dicho, al golazo del empate que marcó Eboué tras un zapatazo que con la velocidad del sonido perforaba la escuadra derecha de Diego López. El infierno volvía a arder tras un gol que devuelve la ilusión a cualquiera y se convirtió en el jugador número 12 del Galatasaray.

El empuje de la afición conseguía instaurar los nervios en la plantilla madridista. Un mal despeje de Coentrao dejaba totalmente solo a Sneijder, que tuvo en sus botas el poder adelantarse en el marcador pero el disparo fue horroroso y el balón se marchó por línea de córner para sorpresa de todos. El destino le debía una al holandés y no tardó en devolvérsela, a los pocos minutos encontró un hueco entre la defensa y esta vez sí ejecutó a la perfección el disparo poniendo el 2-1.

Sin apenas respiro, Drogba llevó el éxtasis a la afición turca marcando el 3-1 de tacón, sólo dos minutos después, con la elegancia que un día le hizo grande. Faltaban dos goles más pero la gente creía en el milagro, el Madrid estaba grogui como un boxeador cuando le llueven golpes por todas partes sin apenas reacción y viviendo una de sus peores pesadillas. Los madridistas intentaron calmar el partido volviendo a tomar el control de la pelota y durmiendo todo lo posible el juego, esperando que pasaran los minutos. Entonces, Arbeloa fue expulsado por doble amarilla en apenas dos minutos.

Con el retorno del dominio madridista, Cristiano Ronaldo volvió a aparecer para cerrar el partido marcando el definitivo 3-2. El Madrid estaba clasificado pero pasando muchos apuros, algo que no se preveía antes del inicio del partido.

Alineaciones:

ESTADIO: Türk Telekom Arena

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