Anoche regresaba a mi casa cuando curiosamente escuche a dos chavales hablar sobre si la estrella mediática del Atlético de Madrid sería esta año David Villa u Oliver Torres. Es normal que la gente discuta este tipo de cuestiones. Estamos acostumbrados a ver como cada vez más los proyectos se miden por jugadores franquicia que sirven de buques insignia o cabezas visibles de los proyectos. Pero como el Atlético de Madrid hace ya año y medio que esto no es así.
En enero de 2012 llegaba a las órdenes del equipo Diego Pablo Simeone; alguien que se había dejado la piel como futbolista por el Atlético que ahora llegaba con unas ganas tremendas de devolver al club a una época glorias. Y vaya si lo hizo. No tardó mucho en meterse a la afición en el bolsillo, algo que no es muy difícil sintiendo como siente igual que ellos. Instauró un método de trabajo en el que no caben las medias tintas: el jugador ha de vaciarse por completo y el esfuerzo y la entrega son innegociables en cada encuentro.
Gracias a esta filosofía han ido llegando los títulos, pero mucho antes de que estos aparecieran la afición ya tenía a su gran profeta. Se coreaba a Falcao, Costa, Adrián o Courtois pero todos son prescindibles para el aficionado sin Cholo lo dice. Mientras Simeone siga con la ilusión, el coraje y la fe que le caracteriza los colchoneros pueden estar tranquilos. El problema es que este verano él solo pidió a un jugador: Diego Ribas. Pues bien, a escasos días de que empiece el carrusel de partidos que darán comienzo a la temporada ese jugador no ha llegado. Han aparecido refuerzos pero la plantilla se antoja igual de corta que la de la recién terminada campaña.
Los hombres de traje del Manzanares deberían andarse con ojo a la hora de decepcionar al Cholo. El argentino no tiene pelos en la lengua y siempre ha dicho la realidad de los jugadores que maneja. El pidió creación y han llegado dos centrales, dos porteros un extremo y un delantero. Simeone ya ha dejado intuir que aún queda mercado y que espera alguna incorporación más. En caso de que esta no llegue esperemos que siga con las mismas ganas e ilusión que le caracterizan, porque este Atlético seguirá siendo ganador hasta que el Cholo aguante.
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