La Supercopa de España se quedó finalmente en Can Barça gracias al gol de Neymar en el Vicente Calderón y gracias, por supuesto, a las soberbias intervenciones de Víctor Valdés, que anoche salvó el empate a cero y dio el título a su equipo. Pero si algo aclaró esta final a doble partido es que el Tata, con una de las mejores plantillas del planeta, tiene aún mucho trabajo por delante. Su propuesta, que sorprendentemente dejó a Iniesta y Pedro en el banquillo, fue incapaz de generar ocasiones de peligro ante la portería de Courtois. Este Barça que pretende parecerse a la trituradora de antaño tiene todavía mucho camino por recorrer. La buena noticia es que tendrá suficientes pachangas de aquí hasta abril. Sin embargo, es el Atlético quien ha salido reforzado confirmando que en el fútbol hay más armas que el dinero, que se puede competir simplemente con un plan establecido. Simeone tuvo una idea y a punto estuvo de salirse con la suya. El todopoderoso Barça se lleva el título gracias a las paradas de su portero pero fue incapaz de ganar al Atleti en el enfrentamiento directo.
El partido fue lo que todo el mundo esperaba. El Barça dominó y el Atleti se encerró desde el primer minuto. Nada de suicidios. Simeone quiso aguantar así toda la primera parte. Precintó el área con dos líneas muy juntas y muy pobladas por el centro. Nadie en el Barcelona encontró el camino, ni si quiera Xavi vio pase alguno que pudiera atravesar el búnker. Incluso Villa, hombre más adelantado del Atlético, se unió a la causa y jugó cincuenta metros por detrás de su posición habitual. El plan era aguantar y llegar vivos al tramo final, desesperar a un Barça que nunca encontró premio. Así fue. Pasaban los minutos y el Atlético se encontraba más cómodo de lo que nunca pudo imaginar, feliz de ver cumplido su guión. Incluso, Arda se permitió el lujo de mandar un primer aviso durante la primera parte, pero Valdés lo mandó al limbo con una intervención brillante.
Así que la eliminatoria llegó viva al segundo tiempo y el Atlético comenzó a lanzar expediciones más allá del centro del campo. Partidazo de Diego Costa, de Villa y de Arda. Ellos fueron los encargados de iniciar las primeras exploraciones al área rival y se encontraron con que llegaban a la portería de Valdés con más facilidad de la esperada. El portero del Barça salvó a su equipo ante Arda, Koke y Villa. Le echarán de menos, sin duda. Valdés paró a un Atleti que iba creciendo conforme pasaban los minutos. Entonces, Filipe Luis se desentendió de una jugada y se enzarzó con Dani Alves. El lateral del Atleti quiso parar la diagonal de Alves por lo civil o por lo criminal mientras la jugada transcurría por la otra banda. Filipe no dudó en agredir al lateral del Barça y éste hizo el resto. Con diez, el Barça se limitó a dormir el partido no sin la sensación de que aún habría contras y habría Atleti, pero perdonar dos veces en el Camp Nou es demasiado. El Barça se llevó la Supercopa pero no fue mejor. Queda trabajo por delante.
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