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El Betis vence en el debut copero de Garrido

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EFE Garrido BetisSevilla. El Real Betis venció (1-2) al Lleida CE en el partido de ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey para encarrilar su clasificación en el debut de Juan Carlos Garrido como entrenador bético. Verdú y Jorge Molina adelantaron al conjunto visitante en un partido muy trabado y Pere Milla recortó distancias en la segunda parte.

Dos penaltis pitados, uno dudoso, un tercero no señalado, un gol en fuera de juego, errores diversos, entradas duras y expulsión del portero. Todo ello ocurrió en lo que se preveía como un partido más de la competición copera en el que el aliciente, a priori, estaría en el banquillo visitante tras el despido de Pepe Mel. Sin embargo, desde los primeros compases en la nublada mañana catalana el choque hizo saltar chispas. A ello ayudó el cuerpo arbitral, impreciso y desarbolado durante todo el encuentro, lo que sacó de sus casillas a unos y otros de forma casi indistinta.

En el minuto cuatro de juego Jorge Molina fue derribado dentro del área rival provocando un penalti evidente. El colegiado, además, decidió expulsar al portero local de forma directa desencadenando la marabunta de acciones que se verían durante los 86 minutos restantes.

El penalti lo chutó y falló el mismo Molina, quien acumula ya errores desde la pena máxima, tras una estirada del guardameta suplente Fran Perales. La acción se repetiría minutos después con los mismos protagonistas, aunque en esta ocasión no se señaló la infracción.

Los ánimos terminaron de caldearse cuando en una tercera decisión arbitral en el área catalana se volvió a decretar penalti. Verdú lo convirtió en gol chutando a lo Panenka para cuadrar el círculo y tensar los ánimos de los jugadores del equipo de Segunda B.

En adelante el Betis intentó mover con fluidez el esférico de lado a lado para horadar en la inferioridad numérica de su adversario, pero el juego continuó trabado en todo momento. Las entradas duras y las tarjetas se sucedieron, mientras que las ocasiones de gol se convirtieron en especie en extinción difícil de ver.

El Betis, consciente de su superioridad, intentó ralentizar el tempo de las jugadas y dobló la diferencia en el luminoso al filo del descanso. Molina, esta vez sí, estuvo en el lugar indicado y en el momento exacto para aprovechar un error de bulto del meta local. El balón quedó en los pies del delantero y sólo tuvo que empujar a gol para borrar su error anterior.

Tras el descanso el partido no dio más de sí y los verdiblancos intentaron guardar la ropa para pensar cuanto antes en la Liga. La bajada de revoluciones, eso sí, la supo aprovechar el Lleida en el ’57 a raíz de una jugada a balón parado. El esférico acabó en gol de Pere Milla, aunque nunca debió contar tras confirmarse la situación de fuera de juego evidente de su compañero. El gol culminó la montaña de errores arbitrales y confirmó el resultado final, pues nada más sucedería.

Con el partido de vuelta aún por disputarse en el Benito Villamarín la eliminatoria queda encarrilada para el nuevo equipo de Garrido, que habrá de redoblar sus esfuerzos de cara al próximo fin de semana.