Sevilla. El Sevilla ha conseguido la victoria (1-0) ante la Real Sociedad, en un partido que decidió el delantero francés Kevin Gameiro, que hizo el único tanto del encuentro en el minuto 77. Con este triunfo, el equipo de Unai Emery se pone séptimo en la tabla clasificatoria a la espera de lo que haga el Valencia ante el Rayo Vallecano y, además, pone el broche de oro a una semana redonda, tras conseguir pasar a la siguiente ronda de la Europa League, en la que se verá las caras con el Real Betis.
El partido, estudiado al milímetro por la pizarra de Unai Emery, estuvo siempre donde el Sevilla quiso. Ambos conjuntos saltaron al campo con las espadas en alto, fruto del valor de lo que se jugaba en el terreno de juego, pero la intensidad inicial fue viniéndose a menos, cuando el equipo local supo neutralizar el factor determinante de los de Jagoba Arrasate, la velocidad de sus hombres de ataque.
Ese jaque al equipo donostiarra fue obra del doble pivote formado por Carriço y Trochowski y, también, gracias a la inclusión en el campo de Diogo Figueiras cerca del lateral derecho Coke. Esta disposición táctica desactivó por completo el flanco izquierdo txuri urdin (Griezmann-Vela), y el Sevilla empezó a golpear con sus armas.
La Real Sociedad tenía el dominio estéril del esférico y rondaba de forma aislada y a cuenta gotas el área rival, mientras que el Sevilla, muy unido en lo defensivo, no conseguía romper las tablas en el electrónico, producto de la falta de acierto de sus hombres de ataque.
En esta línea, cabe resaltar la labor de los dos porteros, Beto y Bravo. El portugués salvó varios remates de Griezmann y de Canales y el chileno los intentos de Bacca, Rakitic – director de orquesta del juego sevillista- y Reyes; al que detuvo un buen cabezazo picado. Sin embargo, a pesar de que los dos equipos gozaron de oportunidades, ambos se fueron al túnel de vestuarios sin abrir el marcador.
En la reanudación del partido tras el descanso, la Real volvió a dominar la posesión de la pelota y los seguidores sevillistas empezaban a impacientarse por la actitud defensiva de su equipo, que se fue creciendo conforme pasaron los minutos, ya que el plan de Unai Emery empezaba a cobrar forma, aunque ya con el uruguayo Cristóforo en el doble pivote, que entró sustituyendo a Trochowski.
Antes del tanto que sentenciaría a la postre el encuentro sucedió la jugada polémica del choque, con un gol anulado a Carlos Bacca, al entender el asistente que la pelota había sobrepasado la línea de fondo cuando Fazio la tocó con la cabeza en el segundo palo para asistir al delantero colombiano.
Después de esta dudosa jugada, el entrenador guipuzcoano decidió dar un paso al frente sacando al campo al delantero francés Kevin Gameiro, que sustituía al centrocampista Carriço, por lo que Bacca permanecía sobre el rectángulo de juego. Por el camino, Emery también había dado entrada también al joven canterano de 17 años Carlos Fernández . Con los tres delanteros sobre el césped del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, un buen contragolpe del Sevilla ponía el balón en los pies de Gameiro que, tras sortear a varios rivales, disparó al marco defendido por Bravo, que rechazó el esférico cayendo de nuevo la pelota al delantero francés que, solo bajo palos, hacía a placer el gol de la victoria sevillista.
Sin tiempo para más y después de varias intentonas visitantes sin mucho éxito, el colegiado ponía punto y final a un encuentro que el Sevilla supo leer a la perfección dando un golpe de efecto en la tabla clasificatoria. Con esta victoria, unida a la pasada frente el Rayo Vallecano, el Sevilla encara con mucha fuerza este mes de marzo, que le enfrentará al Real Betis Balompié en Europa League, tras superar la anterior eliminatoria que afrontó contra el Maribor esloveno.
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