El Atlético de Madrid cuajó un soberbio partido para meterse en cuartos de final de la Champions League a costa del Milan de Seedorf. Los goles de Costa, en dos ocasiones, Raúl García y Arda Turan hicieron inútil el tanto de Kaká. Se suma de esta forma el resultado a la victoria cosechada en la ida en San Siro y la eliminatoria queda en un contundente cinco a uno favorable a los colchoneros.
El partido comenzaba de forma idílica para los 56.000 espectadores que abarrotaban el Calderón. El Atlético salía a morder y conseguiría dar el primer mordisco bien pronto. Era Gabi el que recuperaba un balón en la línea de tres cuartos. La conducía frente la frontal y la prolongaba para Koke que de primera ponía un centro medido al segundo palo. Parecía que ese esférico se iba largo pero Costa nos hacía recordar a Ibrahimovic al saltar cómo si estuviese practicando kárate. Conseguía anotar de forma acrobática el que parecía el gol de la tranquilidad, pero nada más lejos de la realidad.
El gol no sentó bien en las filas rojiblancas. Los colchoneros saben que tienen en su rigor táctico una de sus bazas por eso en muchas ocasiones el equipo da un paso atrás al ponerse en ventaja para esperar una contra que sentencie el partido. Esto es exactamente lo que hicieron los del Cholo. Pero claro, si tienes al Milan enfrente, no es una buena idea agazaparte bajo tu propia portería. Era cuestión de tiempo que los italianos trenzaran una jugada de peligro y esta llegó en el 27´. Era Poli el que tiraba un desmarque a la espalda de la defensa y, tras recibir el balón, lo ponía al segundo palo donde apareció solo Kaká para igualar la contienda.
Aún pudo el brasileño asestar un segundo mazazo a los madrileños pero, esta vez, el testarazo con el que remató el córner botado desde la derecha no encontró portería. Estas dos acciones fueron un más que serio aviso para los del Manzanares que salieron espoleados a por un nuevo gol. Volvió la presión alta e intensa y comenzaron a recuperar balones como en los primeros minutos. La circulación se tornaba rápida y poco a poco se escuchaba ese murmurar que acompaña al peligro. Fue Arda quien en el 40´ culminaba una jugada trenzada con un zapatazo que chocaba en el muslo de Rami y se colaba mansamente en la mete de Abbiati
Todavía podía haber sido aún mayor el delirio que colmaba la grada del Calderón si Raúl García hubiese visto cómo su espectacular chilena, apenas un minutos después, encontraba portería. Dos a uno y visita a vestuarios.
El segundo acto parecía que iba a ser aún mejor que el primero y se cumplieron los pronósticos. El Atlético subió una marcha más su intensidad y quería hacer sangre. Gabi casi lo consigue en una contra que lanzó Costa con su potencia habitual. Lástima que el disparo del capitán colchonero diera en la parte externa del poste. Pasaban los minutos y aunque el Atlético era dueño y señor del partido parecía que no terminaba de cerrar definitivamente el marcador. Estas dudas tardarían poco en resolverse.
Justo hasta cuando Raúl García remató con sun sutil cabezazo un centro medido de Koke. El balón entró ajustado al segundo palo y el Atlético sabía que estaba en cuartos de final. Ya con la tranquilidad que da el saber que se ha hecho un buen trabajo los de Simeone se gustaron. Se asociaban fácil y siempre había alternativas para el juego. Sosa aprovechó sus minutos para mostrarle al Cholo que está plenamente listo y generó ocasiones para los suyos. Tanto fue así que de una de sus jugadas nació el cuarto y definitivo gol. El argentino se coló en el área y justo cuando parecía que iba a perderla se la cedió a Costa que entró en el área como un cuchillo caliente en la mantequilla. Su disparo cruzado raso dio en la cepa del poste antes de trasladar la fiesta del césped a las gradas.
Y es que, desde el gol, el espectáculo se mudó al público que gritaba aún más enaltecido que lo que lo había hecho durante todo el partido. El Calderón fue testigo de ola que bien podría haber simbolizado el juego de su equipo esta noche.
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