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Goleada anímica a la Real Sociedad

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IllarramendiReal Sociedad 0-4 Real Madrid. Era el partido señalado como el más peligroso de aquí al final de temporada y el que más miedo producía entre la afición del Real Madrid. El resultado ha sido lo mejor que le ha podido pasar al equipo blanco y no me refiero al del marcador. Hoy el Real Madrid ha ganado, ha goleado y además se va con las sensaciones renovadas.  Uno de los grandes temores que se palpaba en este tramo final de la temporada era la falta de físico, hoy se ha dejado constancia de que no hay nada que temer  o al menos lo ha parecido.

Otra de las cosas que se ha dejado clara, otra vez, es que el Madrid no sufre de ‘Cristiano dependencia’, cada vez que el luso no está el equipo sabe tirar hacia delante y sacar los partidos, como en este caso, con bastante claridad. La Real Sociedad llegaba con el cartel de peligroso y terminó con el de cariñoso. Los hombres de Arrasate apenas incomodaron la puerta de Diego López pero sí tuvieron el detalle de hacer que se luciese.

La primera parte fue de lo más sosa que te puedes encontrar una tarde de sábado, el único morbo sobre el campo era saber cómo estaba la relación entre Illarramendi y su antigua grada. Quedó patente que la afición txuri-urdin guarda un gran rencor al futbolista tras su marcha al Real Madrid y cada pelota que tocaba los silbidos atronaban las gradas de Anoeta. Cosas del destino, el karma o cualquier creencia que se quieran inventar hicieron que en el último minuto de la primera parte llegara el primer gol de las botas de Illarramendi, su segundo gol en el Madrid y lo marca en Anoeta, de locos. Bravo rechazó un balón de Benzema y ahí estaba Illarra para poner la pierna y hacer el primero del Real Madrid, su pasado hizo que no celebrase el gol simplemente bajó la cabeza, sonrió y dejó que se acercaran sus compañeros a celebrarlo.

Real Madrid - Real Sociedad 1La segunda parte mejoró en todos los aspectos, la pasividad dejó paso a la intensidad y el Madrid demostró que tiene gasolina de sobra. La Real Sociedad volvió del descanso apagada, como si se hubiese borrado de sus cabezas el partido tan importante que aguardaba sobre el césped. De cualquier manera el Madrid aprovechó eso y no tuvo piedad, quizá para acallar a aquellos que habían perdido la fe en este equipo.  La ausencia de Cristiano puso las miradas sobre Gareth Bale, el galés no tuvo su mejor partido pero no se iba a ir de Anoeta sin marcar su gol. Con un zurdazo increíble castigó el mal saque de Bravo. El segundo gol dio la tranquilidad suficiente a los blancos para seguir mordiendo pero sin la ansiedad de temer por el partido.

La Real estaba fuera del partido y eso ayudó a que llegara el tercer gol del Madrid. La jugada la ejecutaron dos defensas, Sergio Ramos asistiendo y Pepe rematando el marcador y a su rival. Ante la evidente superioridad blanca Ancelotti dio salida a Morata y Di María ya recuperado de su gastroenteritis y fueron ellos dos quienes fabricaron el cuarto y definitivo gol del partido. Di María puso un pase exquisito para que Morata materializara un mano a mano con Bravo, el canterano celebró el gol haciendo un 20 con las manos dedicado a su amigo Jesé.

Victoria muy importante para el Real Madrid que se lleva los tres puntos de la salida a priori más difícil y con las sensaciones de que aún se puede conseguir la Liga.