Inicio Fútbol Internacional Y ardieron los árboles en Munich

Y ardieron los árboles en Munich

Compartir

Y ARDIERON LOS ÁRBOLES EN MUNICH

 

uliJosé M. Ríos Corbacho

Profesor Titular de Derecho Penal de la Universidad de Cádiz

Director del Forum de Derecho, Ética y Deporte de la UCA

 Hace unos días, en la semifinal de la Champions League, antes de la visita del Real Madrid al Alianz Arena, el presidente de la entidad germana, Karl Heinz Rumenigge, no se le ocurrió mejor idea que arengar a las huestes bávaras de que el equipo merengue lo pasaría muy mal y que incluso en el partido de vuelta arderían los árboles en Munich; ésta debía ser una expresión de lo más radical para “destrozar” al equipo rival, postreramente campeón de Europa, dándole un repasito de época al equipo de Guardiola. Sin lugar a dudas, en aquel momento no tuvo que venir el ICONA a sobrevolar el espacio aéreo alemán, pero los últimos acontecimientos han demostrado que de una u otra manera, ardieron los árboles financieros.

Uli Hoeness fue un jugador mítico de aquel Bayern que destrozó al At. Madrid en el año 1974 en aquel partido de desempate escoltado por ilustres como Paul Breitner, Capelmann, Franz Beckenbauer, “torpedo Müller” y Sepp Maier, entre otros, jugadores que unos meses más tarde ganaron el mundial de 1974 celebrado en Alemania.

 El hasta hace muy poco presidente del Bayern Múnich, Hoeness, ha ingresado en la cárcel de Landsberg para cumplir su condena de tres años y medio de prisión por evasión fiscal, confirmaron el Ministerio de Justicia y la Fiscalía alemana.

El ex directivo de 62 años, uno de los responsables del esplendor deportivo y económico del equipo alemán, fue condenado por la Justicia alemana el pasado 13 de marzo después de que el propio ex presidente presentara una «autodenuncia» admitiendo haber ocultado beneficios de capital de una cuenta en Suiza por un monto de al menos 28,5 millones de euros.

No ha sido un caso único en Alemania, puesto que en el país que dirige Europa otros deportistas han sido objeto de duras condenas por delito fiscal, los más famosos, Steffi Graf y el ínclito Boris Becker, hoy día, en el staff de Novak Djokovic.

Pero en el mundo del balompié han existido muchos abusos en este sentido; así, se realizó una investigación similar fue realizada en el 2009, la que originó una denuncia por defraudación fiscal que aún está en los juzgados. En tal proceso se incluyó al entonces presidente de la ‘U’, Gino Pinasco, al vicepresidente Jaime León Pallete y al tesorero Juan Carlos Noli, bajo la presunción de desviar fondos del club de manera ilegal, por un aproximado de 5,5 millones de dólares a la empresa Consorcio del Deporte Peruano.

Igualmente, el club brasileño Santos, otrora equipo de “o rey Pelé” y actualmente ex equipo de Neymar, fue condenado a pagar una multa de 1.6 millones de dólares por fraude fiscal en la transferencia del futbolista Alessandro Andrade al Porto. La operación se realizó en 1999 y no fue declarada al fisco, por lo que se realizó evadiendo las normas impositivas brasileñas, como determinó la justicia local.

De esta manera, el equipo carioca fue condenado a pagar una multa de 600 mil dólares en 2002.

Samuel Eto´o también estuvo bajo sospecha de haber incurrido en delito fiscal.  El Servicio Especial de Delitos Económicos de la Fiscalía de Barcelona se querelló contra delantero camerunés por entender que el ex jugador del FC Barcelona defraudó a la Hacienda Pública española casi 3,5 millones de euros entre 2006 y 2009, correspondientes a los ingresos que obtuvo del club azulgrana y de la marca deportiva Puma durante esos cuatro ejercicios por ceder sus derechos de imagen. Según la querella interpuesta por el Ministerio Público, el internacional camerunés, ahora enrolado en las filas del Anzhy ruso, debería haber tributado dichos ingresos “como rendimientos del capital mobiliario en sus declaraciones correspondientes al IRPF“.

 En España el caso Messi ha ocupado en los últimos tiempos muchas páginas de los periódicos por su fraude fiscal, de unos cuarenta millones de euros, llegando a un acuerdo para abonar la deuda con Hacienda y poder seguir jugando al fútbol que es por lo que verdaderamente se le conoce y no por defraudar a la administración pública.

 En España este delito aparece en el artículo 305 del Código Penal. De esta forma, la defraudación tributaria consiste en la acción u omisión del sujeto activo tendente a eludir el pago de los tributos, cantidades retenidas o que se hubieran debido retener o ingresos a cuenta de retribuciones en especie, obtener indebidamente devoluciones o disfrutar beneficios de la misma forma.

Así, para que la defraudación tributaria constituya delito la cuantía de la cuota defraudada, el importe no ingresado de las retenciones o ingresos a cuenta o de las devoluciones o beneficios fiscales indebidamente obtenidos o disfrutados han de exceder de 120.000 euros. La consecuencia jurídica de este ilícito será la de pena de prisión de uno a cinco años y multa del tanto al séxtuplo de la citada cuantía, salvo que hubiere regularizado su situación tributaria. Hay que indicar que la mera presentación de las declaraciones o autoliquidaciones no excluye la defraudación, cuando ésta se acredite por otros hechos. Hay que incidir en que junto a las penas señaladas, se impondrá al responsable la pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas y del derecho a gozar de los beneficios o incentivos fiscales o de la Seguridad Social durante el periodo de tres a seis años.

Desde luego la historia lúgubre de los bávaros en la temporada 2013-14 se inicio con el “pirómano” Sergio Ramos que prendió la mecha del incendio del Alianz pero verdaderamente ha sido Hoeness quien verdaderamente ha hecho propagar el incendio. Quizá el bueno de Rumenigge debería haber previsto todo ello y ver que el Madrid ha sido muy, pero que muy superior a su equipo por lo que para el próximo año, y con la Champions en las vitrinas blancas, debería solicitar para su equipo a la marca patrocinadora de su equipación que se fabrique en amianto porque la cosa esta que arde… ¡¡¡Abrazo de gol!!!.