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A Estados Unidos se le gana desde dentro

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imagesRodrigo de la Torre.- Ya lo anunció Blake Griffin y ahora es el jugador de los Timberwolves, Kevin Love, el que sigue su estela. El juego interior estadounidense se encuentra en alerta roja, la selección norteamericana se queda sin sus dos mejores pívots de cara al mundial que se disputará en nuestro país durante septiembre; sin embargo, jóvenes como Anthony Davis, Demarcus Cousins, Kenneth Faried o Andre Drummond continúan en este conjunto, jugadores de primer y segundo año que han hecho muy buena temporada. No obstante, la juventud puede ser la peor de las aliadas de cara a competiciones de este calibre. Son numerosos los jugadores que sin llegar a los veintisiete años han dominado en los campeonatos internacionales; sin embargo, estos estaban acompañados de veteranos que les arrojaban un jarro de agua fría encima cuando la sangre se aglomera en la cabeza y pensar es más difícil, véase a Sergio Rodríguez o Rudy Fernández durante el mundial de 2006.

Marc Gasol comentaba en la presentación del Tour Ciudadano 0,0, iniciativa de la FEB para preparar a los aficionados de cara al mundial y que recorrerá la mayoría de las ciudades españolas, que llegar a la final será un camino muy largo y duro; sin embargo, si nuestra selección llega a la final y se enfrenta a Estados Unidos, en caso de que no sea eliminada, el punto débil de esta selección está más claro que nunca. Los norteamericanos han perdido a jugadores exteriores como Lebron James, Carmelo Anthony, Chris Paul o Kobe Bryant; sin embargo, como comentaba antes el mayor agujero se encuentra en los “hombres grandes”, ya que en las demás posiciones hay excelentes jugadores, véase los más destacados: Stephen Curry, Damian Lillard o Kyrie Irving desde la posición de base, soberbios anotadores con una gran visión de juego; los escoltas James Harden y Klay Thompson, gran penetrador y un magnifico tirador respectivamente; y los aleros Paul George, el más similar a Lebron James, Kevin Durant, el MVP de esta temporada, y Chandler Parsons, jugador muy polivalente que puede alternar entre las posiciones exteriores e interiores.

Un lista que asusta a cualquiera con solo leerla. Sin embargo, la defensa es una de las facetas más características de la selección española; obligando a sus rivales a consumir los veinticuatro segundos de posesión casi al completo, provoca marcadores bajos lo cual crea un juego más lento que favorece a los jugadores interiores, el punto fuerte de nuestro conjunto. Por lo que si nuestros exteriores logran frenar a los tiradores norteamericanos en la defensa, en el ataque los pívots podrán hacer mucho daño por dentro y la mitad del camino estará completado.

Volviendo a los tipos de juego, el de los españoles, más lento, se asemeja al del F.C. Barcelona, sin pausa pero sin prisa, que en algunas ocasiones puede resultar pesado al espectador. Sin embargo, este control del tempo, por aburrido que parezca, resulta muy efectivo sobre todo en los finales de partido, cuando el rival no termina de encontrar un ritmo con el que enfrentarse al rival. Por ello, el juego más físico de la selección estadounidense se asemeja al del Real Madrid, utilizando más los contraataques y una alta intensidad como punto fuerte para provocar el cansancio de los contrincantes.

Si hacemos cuentas de los enfrentamientos entre estos dos tipos de juego en esta temporada el marcador está igualado a cuatro, por lo que en este mundial podremos ver cuál es el mejor de los dos.