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El Betis comienza ganando

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efe betis zaragozaEl Real Betis Balompié ha derrotado al CE Sabadell en el retorno de los verdiblancos a Segunda División. Los goles de Cejudo, Matilla y Rubén Castro confirmaron la superioridad de los visitantes pero no evitaron un nuevo despiste en los minutos finales. Édgar y el incombustible Tamudo recortaron distancias con dos tantos consecutivos pero su esfuerzo fue en vano.

El primer partido del Betis en la categoría de plata dejó 87 minutos ilusionantes para la afición verdiblanca y cinco preocupantes. Durante los primeros, el equipo de Julio Velázquez demostró el nivel de una plantilla favorita y con solvencia para cumplir las expectativas de un club que desea retornar a Primera División cuanto antes. En los últimos cinco minutos, sin embargo, la sombra oscura de la pasada temporada volvió para recordar al Betis que no todo serán sonrisas.

Con un 4-3-3 sólido y temible en cuanto a nombres, a los visitantes les bastó con esperar para ver qué ofrecía su rival, tomar el pulso de la competición y atacar en el momento preciso. A los veinte minutos llegó el primer hachazo bético tras un lanzamiento de falta de Álex Martínez. Despejó el guardameta De Navas, pero Rubén Castro y Cejudo olieron sangre y no dejaron de disparar hasta que el balón rebasó la línea de gol.

Minutos después, la ofensiva verdiblanca se abrió camino por el costado izquierdo y ya no dejó de aprovechar la grieta que el Sabadell dejó allí. Combinaron Álex y Rubén Castro, los mejores del equipo, antes de que el canario cediese el cuero hacia atrás. Llegó Matilla cabalgando desde segunda línea para terminar de romper la resistencia y ampliar la distancia.

Se redescubrió entonces el Betis como favorito, después de tanto tiempo, y el regusto amilanó sus ataques y durmió a la zaga. La segunda mitad transcurrió como si de un sueño se tratara. Gol anulado a Tamudo, gol de Rubén Castro desde la frontal y minutos que corrían sin mayor sobresalto.

Unos y otros esperaban el pitido final cuando ocurrió lo insospechado, lo que el Betis pensaba que había quedado ya atrás. Dos errores defensivos consecutivos –uno de Adán, otro de Jordi– y dos goles en un instante. El tembleque llegó, los fantasmas revolotearon, y a punto estuvo la construcción de Velázquez de romperse en añicos.

Quedó en nada, pero nadie lo olvidará en adelante. Una plantilla como la de este Betis no puede permitirse naufragar con errores defensivos propios. Al menos no si quiere recuperar su lugar en Primera.