Tarde cálida en un Santiago Bernabéu que dio la bienvenida a la nueva temporada. El ambiente no podía ser mejor, estadio lleno en el que se daban cita más de 4000 aficionados del Córdoba con las ilusiones de un recién ascendido. Los de Chapi Ferrer tenían mucho que ganar y muy poco que perder, debutaban en la casa de un grande y su afición no paró de animarles en todo el partido.
En el Real Madrid volvieron a quedar de nuevo varias cosas al descubierto. La plantilla aún no está bien, falta rodaje y algunos jugadores como Cristiano Ronaldo no están bien físicamente. James sigue empeñado en demostrar lo que se pagó con él pero hasta el momento su mejor aportación es defensivamente.
La primera parte brilló más por el empeño del Córdoba que por el juego del Real Madrid. La disposición táctica de los blanquiverdes ahogó a los blancos una vez más, Pinillos se quitó cualquier complejo y se atrevió con todo y todo el equipo se sumaba a la ayuda en defensa. El Madrid volvió a mostrarse impotente ante la maraña defensiva de su rival, falto de ideas y entregado a cualquier genialidad individual que pudiera surgir.
Modric y Kroos dominaron el balón y el juego, surtieron de balones pero ahí estaba siempre un jugador del Córdoba para cortar o presionar cualquier movimiento. La primera gran ocasión de peligro llegó en un saque de falta ensayada que terminó finalizando Cristiano, disparo mordido que no supuso ningún tipo de problema para Juan Carlos. Los visitantes tiraban arriba sin mirar atrás, olían el área pero no conseguían incomodar a Casillas. A la media hora de partido Benzema inauguró el marcador con un golazo de cabeza a la salida de un córner. Un gol que servirá para desquitar la presión del delantero francés. El Madrid se echó arriba pero la dinámica no cambió.
La segunda parte fue más de lo mismo, pájara del Real Madrid y atrevimiento del Córdoba. Los desplazados hasta Madrid para ver a su equipo pueden sentirse muy orgullosos de la imagen de los suyos. La alegría les invadió cuando Xisco batió a Casillas pero el linier se la arrebató al señalar un fuera de juego correcto. Quizás un gol hubiese hecho justicia de lo que se vio sobre el césped. Ancelotti intentó dar un giro en el juego de su equipo metiendo a Isco, se vio más fútbol y eso se tradujo en ocasiones. Cristiano, a pesar de que no fue su mejor partido quería su gol. Lo intentó y lo consiguió con un disparo lejano en el último minuto de la primera parte.
Muchas son las dudas que dejan los blancos tras este partido, el equipo no termina de encajar y eso hace que equipos con la valentía del Córdoba le ponga en serios aprietos en su propia casa.
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