John Degenkolb ha vencido en el sprint de la décimo séptima etapa de la Vuelta a España 2014. El alemán suma ya cuatro triunfos en lo que va de carrera. Alberto Contador mantiene su liderato sin sobresaltos.
La costa gallega, con sus truculentos accidentes geográficos, recorrida de norte a sur y siempre bordeando el mar. En añadido, 190 kilómetros de recorrido desgastador y final enrevesado con un tramo de adoquín a las puertas de la meta. Con esos ingredientes, y ya en la tercera semana de competición, todo parecía indicado para que un puñado de valientes burlasen el control del pelotón.
Lo cierto es que pudo ser así, pero Warren Barguil y el Team Sky lo evitaron in extremis. Del gran grupo se habían fugado hacía mucho cinco escapados decididos y con fuerzas. Atravesaron cabos, golfos y puentes antes de aproximarse a La Coruña, pero el desvío final por los campos verdes acabó con ellos.
De haber podido dirigirse raudos a los pies de la Torre de Hércules, donde terminaba la etapa, los sprinters habrían dejado escapar su oportunidad. O se la habrían arrebatado. Pero quedaban aún kilómetros y para cuando volvieron a divisar la ciudad el pelotón venía ya silbando por las esquinas. En la aproximación perdió el Giant-Shimano a toda su fila de lanzadores, tal fue el esfuerzo, teniendo que dejar a su suerte a John Degenkolb.
De haber dependido únicamente de su rampa de despegue, el alemán sólo habría optado a la victoria de consolación en el grupo por detrás de los fugados. Sin embargo apareció el bloque negro del Sky por allí, que imprimió un arreón, y también el batallador Barguil, cartucho desesperado del hombre de verde. El francés tiró de pundonor y apretó los dientes para cazar a los valientes cuando el olor a salitre de la playa lo inundaba todo.
Apenas tres kilómetros, adoquín, y competidores oliendo sangre y revancha. Degenkolb lo tenía todo para perder y hubo de darlo todo también para conseguir el triunfo. El sprint, muy ajustado, fue una maravilla que merece ser vista. Matthews y Degenkolb, enconados y a la par, recorriendo a toda velocidad la playa frente a Riazor. Ganó el alemán de la mejor forma posible: ante un rival envidiable. Y allí, frente a la Torre de Hércules, alzó los brazos por cuarta y última vez John Degenkolb, el rey de la velocidad de la Vuelta 2014.
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