El Atlético de Madrid gana un nuevo derbi, y ya van tres consecutivos, al Real Madrid. Pese a tener la ausencia de seis teóricos titulares, los del Cholo se impusieron a los madridistas en prácticamente todas las fases del partido. Raúl García desde el punto de penaty y Giménez en un saque de esquina se encargaron de enviar al marcador la superioridad rojiblanca mostrada sobre el tapete.
Comenzaba el choque con un Real Madrid dispuesto a arrasar desde el principio. Acorralaban los de Ancelotti a los rojiblancos en su área y conseguían que balón circulase de banda a banda con velocidad. No conseguían profundidad pero si peligro. Concretamente sería en un saque de esquina. Ramos remataba a bocajarro un balón que debería haber sido despejado por un inseguro Oblak. El de Camas se había apoyado en Raúl García pero Clos Gómez, marcando la que sería su tónica durante todo el encuentro, entonaba el «¡sigan, sigan!». Bale conseguía anotar en posición ilegal. El linier lo avistaba y anulaba el tanto y, mientras los jugadores blancos celebraban el tanto anulado, sus vecinos ponían la bola en juego dejando a Griezmann escorado. El francés disparó encontrándose con Keylor Navas. Aquí el juego ofensivo del Real Madrid.
Cogía el Atlético una porción más de pelota. Se volvía duro el choque en el centro del campo y Griezmann aparecía por todos lados. La digna actuación de Lucas, que disfrutaba de su primer derbi, se volvía sobresaliente y Gámez demostraba que tiene ganas de demostrar el por qué el Atlético se interesó este verano en él. Gabi aparecía y eso se trasformaba en una mayor presencia ofensiva colchonera. La volvía a tener Griezmann que en un error de Varane se plantaba solo ante la portería blanca. Providencial la entrada con la que rectificó el madridista para evitar el primer tanto del partido. A raíz de dicha acción el juego se trababa en exceso y parecía que había más miedo a recibir un gol que ganas de anotarlo. Un tímido remate de cabeza de Khedira puso el punto y final a la primera mitad.
Con la reanudación el Atlético salía con una nueva cara. Más presencia en tres cuartos y profundidad en las bandas. Torres, en un gris redebut, salía para dar entrada a Koke y el balón caía aún más en el bando rojiblanco. En esta llegaba el primer tanto del partido. Ramos agarraba descaradamente a Raúl García derribándolo dentro del área. Clos Gómez pitaba penalty y era el mismo navarro quien transformaba el primero lanzando un grito de rabia al cielo del Manzanares.
Tuvo la suya el Madrid en una jugada aislada en la que Oblak no salió a un balón dividido. Bale se aprovechó de las dudas y cruzó un balón que lamió el poste derecho de la portería colchonera. Volvía a desaparecer el fútbol. Trabajo táctico y balón dividido que por intensidad se llevaban los colchoneros. La sentencia llegaría en la mayor baza de los del Cholo. Todos saben del peligro que lleva el Atlético de Madrid en las jugadas a balón parado y aún nadie conoce la fórmula para evitarlo. Que se lo digan si no a Keylor Navas que vio cómo Giménez remataba un córner firmando el segundo de su equipo.
Hasta el final poco más. Arbelóa debió irse al túnel de vestuarios por una feísima patada sobre Gabi que el colegiado no pitó. Las gradas repletas del Calderón se dedicaron a celebrar una victoria que sabe a clasificación pero no lo es. El Madrid tendrá que hacerlo realmente bien si quiere remontar.
Follow
