Primer encuentro de la selección española en el Eurobasket. Los de Scariolo vienen a esta competición internacional con dos objetivos: conseguir la clasificación para las Olimpiadas de Río el próximo año y tomarse la ansiada revancha ante Francia. El combinado galo nos derrotó dos años consecutivos al vencernos primero en la semifinal de la misma competición que la que estamos jugando, pero en 2013, y al eliminarnos en cuartos en el último mundial, que se disputó aquí en España. Nuestros jugadores ansían derrotar a nuestros vecinos de arriba, pero antes deberán pasar la fase de grupos, que no va a ser nada fácil debido a los grandes conjuntos que hay.
En el día de hoy comienza la primera fase y lo hacemos ante nada más y nada menos que la peligrosa Serbia. Los de Djordjevic fueron medalla de plata tras ser derrotados en la final del Mundial por Estados Unidos y en esta ocasión vienen a por el oro. Dirigidos por el veterano Teodosic en el puesto de base, buscan dejar de ser los tapados en estas competiciones internacionales.
El árbitro lanzaba la bola al aire y por el ambiente se preveía que iba a ser un encuentro complicado. Era muy fácil observar la nacionalidad de la gran mayoría de los espectadores cuando en la primera posesión de España, los pitidos se volvieron ensordecedores. La presión ejercida por la afición balcánica tuvo su repercusión en los de Scariolo que vieron cómo en los cinco primeros minutos los serbios no les permitieron ninguna canasta. A pesar de esta sequía anotadora los de la Península Ibérica tampoco dejaron que asediaran su castillo con facilidad. Los de Djordjevic dominaban un correcalles continuo; sin embargo, solo lo hacían por cinco puntos, y tras los 300 primeros segundos del primer período llegaba la primera canasta de la mano de Rudy Fernández con un gran dos más uno. A partir de aquí, los cinco últimos minutos fueron una tortura para los Serbios. Los Españoles endurecieron su defensa y en ataque lograron completar sus jugadas y mover el balón con soltura, lo que hizo que terminaran diez arriba este primer asalto (21-11).
Por decirlo de alguna manera, la vuelta que le dio España a la tortilla en el primer período sentó a los balcánicos como un insulto de patio de colegio, provocando que estos entraran a la pelea y su juego ganara en intensidad y que el respetable se agrupara en torno a ellos gritando a todo pulmón. Este período fue soberbia la disciplina de los jugadores, el esfuerzo en la defensas era grandísimo; sin embargo, algunos errores y alguna que otra falta de coordinación entre los jugadores provocó que los de Scariolo entraran en el bonus cuando solo se habían jugado dos minutos y medio. No obstante, y con Felipe Reyes tirando de veteranía, los del sur de Europa mantuvieron su ventaja. Hasta que los Djordjevic, que no bajaron los brazos en ningún momento, se recuperaron gracias a la soberbia actuación de Bjelica y dominaron los últimos sesenta segundos de la primera parte, a pesar de que Llull dejara a España dos arriba con una de esas canastas en el último segundo que tantas veces ha anotado.
Una de las principales características de esta Serbia es su juventud, que liderada por la gran inteligencia de un veterano de la talla de Teodosic se convierte en un arma bastante potente. No obstante, en los primeros veinte minutos no pudimos ver al base del CSKA en su mejor forma. El serbio cometió muchos errores, y los aciertos fueron más bien pocos. Sin embargo, como en la leyenda del ave Phoenix, el balcánico resurgiría de sus cenizas y daría una razón de ser a su gran reputación. El encuentro va avanzando y el marcador está gran parte del tiempo en empate. Anteriormente eran los españoles los que habían sufrido bastante con las faltas, pero ahora eran los serbios los que estaban en el bonus con mucho del tercer período por jugarse. No obstante, esto no frena a los de Djordjevic que continúan defendiendo de una manera muy coordinada provocando el nerviosismo en las filas de los de Scariolo. La afición Serbia aprieta, pero son sus jugadores los que ponen a España entre la espada y la pared con sus tiros exteriores y sabiendo aprovecharse de un arbitraje que permite más de lo que debiera. Este cambio en el juego permite a los balcánicos marcharse diez arriba al último cuarto (52-62).
La batalla de los últimos 600 segundos iba a ser trepidante, el juego rápido y volver a defender bien hacer que recorte su desventaja. Sin embargo, los serbios tiran de tiro exterior y de dureza en el poste bajo, por lo que la remontada no avanza. Pasan los minutos y, finalmente, entra Pau. Esto supone un punto de inflexión, ya que el Pau que entra es anotador, cuando el que habíamos visto a lo largo del encuentro era defensivo. La diferencia vuelve a acortarse e incluso llegan a ponerse a uno. Sin embargo, Serbia es mucha Serbia, Djordjevic es mucho Djordjevic y Bjelica es mucho Bjelica. Cuatro jugadas encadenadas anotando por parte de los serbios y balones perdidos en pases extraviados por parte de los españoles dan la victoria a Serbia por 70 a 80.
Los de Scariolo ha vuelto a perder un partido con un final apretado. Esta es la gran deficiencia de España, eso, y que no se hace una buena rotación de banquillo. El novato Hernangomez estaba jugando un gran encuentro; sin embargo, ha gozado de muy pocos minutos que han jugado Pau y Felipe, y que ha provocado su cansancio. Dos asignaturas pendientes Scariolo, estamos en septiembre, hora de recuperar.
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