Inicio 1ª División Betis 1-0 Real Sociedad: Bastó con media hora

Betis 1-0 Real Sociedad: Bastó con media hora

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El Real Betis Balompié ha derrotado (1-0) a la Real Sociedad de Fútbol en un partido marcado por la conexión exitosa producida entre Joaquín y Rubén Castro, quienes cocinaron el gol de la victoria verdiblanco.

EFE Joaquín Real Sociedad IllaramendiCorría el minuto 40 de juego en el Benito Villamarín cuando la afición se frotó los ojos, incapaz de creer lo que acababa de ocurrir sobre el césped. Un Betis correoso y añejo, que muchos creían ya perdido, firmó una primera parte espléndida. El equipo volcó la acción desde el saque inicial hacia el área de Gerónimo Rulli, realizó transiciones con rapidez e intimidó a la defensa visitante a base de fuerza y repetición.

Cada lateral por su costado –Cristiano Piccini a un lado, Juan Manuel Vargas al otro- acompañó con temple a los atacantes verdiblancos y trenzó jugadas de calidad conectando con Francisco Portillo, Rubén Castro y Joaquín Sánchez. Los dos últimos, llamados a ser estandartes de este Betis, ejercieron una atracción inquebrantable sobre el balón y sobre el tiempo.

El bético, acostumbrado desde hace casi un lustro a vivir a expensas del estado de ánimo de Castro, se sintió por momentos desorientado al volver a contemplar cómo dos super clase lucían la camiseta de las Trece Barras a la vez. Centelleó el estadio, subieron los decibelios y el equipo quedó contagiado de un embrujo arrollador, puramente sevillano.

Y entonces ocurrió. Sucedió aquello que niños y adultos habían soñado más de una vez, la jugada en la que los genios se asocian, cantan gol y contemplan la euforia del graderío. Debía ser Joaquín el encargado de centrar pegado a la línea de cal e inexcusablemente el balón tenía que llegar a la zona de influencia de Rubén Castro. Allí, en el área, el canario haría lo de siempre.

Como quien interpreta una partitura mil veces ensayada fluyó la jugada en menos de diez segundos. Fue gol, como no podía ser de otra manera, y los verdiblancos sonrieron sin complejos. Como es evidente, la alegría duró lo que dura la calma en Heliópolis. Cortó un contraataque Petros cuando ya corría cargado con una amarilla y vio la tarjeta roja para dejar a su equipo en inferioridad numérica hasta la conclusión.

No podía acontecer un partido sin incertidumbre, y eso que la Real Sociedad de David Moyes se mostró inoperante durante largos compases. Tanto Jonathas como Carlos Vela estuvieron huidizos, aunque sus exiguos contactos con el balón siempre hicieron presagiar el peligro que llevan consigo.

Por fortuna para el Betis no existió drama final y el resultado no se movió. El Villamarín cantó, los de Pepe Mel se llevaron los tres puntos y quién sabe si Joaquín ha llegado para cambiar la dinámica autodestructiva de este equipo enloquecido.

Por Fernando Alcalá-Zamora / En Twitter: @Nothingswritten