El Real Madrid se ha impuesto por 0-2 ante el Eibar gracias a los goles de Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. El descalabro del clásico cambió la atmosfera del Real Madrid, todo pasó de estar en calma a la peor de las tormentas, a mirar todo con lupa y buscar más de lo que de verdad pueda haber. Las victorias han dejado a un lado la ilusión y ahora sólo mantienen el exceso de críticas hasta que los blancos vuelvan a caer en un partido. La relación entre equipo y afición es fría, la discusión fuerte ya pasó y ahora es el momento de convivir juntos pero sin dirigirse la palabra.
La solución a cualquier mala situación es seguir adelante y eso es lo que está intentando el equipo a sabiendas de los múltiples problemas que presentan. El encuentro ante el Eibar era una ocasión donde no se podía fallar, había que seguir saliendo del pozo y el Madrid lo hizo con seguridad pero sin excesos. Los blancos se centraron más en el orden que en los adornos y ante eso sólo cabe esperar el gol. Apareció Gareth Bale en el momento preciso, para romper la frialdad del empate a cero y dar a su equipo el respiro necesario en un momento de tantos nervios.
El que no baja la guardia nunca es Luka Modric, el croata se deja todo lo que tiene y más cada vez que pisa un terreno de juego. Es el pilar fundamental ante la ausencia de nivel de jugadores claves en el equipo. Por su parte el Eibar puso todo lo que puede poner ante un rival así por muchos problemas que tenga, puso toda su actitud y sus ganas para ofrecer a su público un duelo de altura propio de un equipo que lucha por seguir en primera división muchos años. Consiguieron frenar al Madrid durante muchos minutos y sobre todo mantuvieron la esperanza de conseguir el empate hasta casi el final. Su labor fue sobresaliente en el centro de campo y notable en defensa.
Cristiano Ronaldo volvió a ver puerta, esta vez de penalti y con ello pudo cerrar el marcador pero seguirá en el foco de las críticas por no mostrar el nivel fuera de lo normal que venía mostrando durante toda su carrera. La vida es así, puedes ser el mejor durante todo el tiempo que quieras que cuando bajes ese nivel nadie se acordará de lo anterior. De nuevo la victoria le volvió a salir cara a los blancos con una nueva lesión, esta vez de Carvajal que deja más habitada la enfermería blanca y más vacio el césped.
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