Inicio 1ª División Juande Ramos elige no sufrir

Juande Ramos elige no sufrir

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Juande Ramos ha tomado la decisión de irse. La Copa le ha marcado el camino. Supongo que hay más cosas que sumaron para que Ramos no soportara ni una vuelta de tuerca. Él ha querido ser el autor de su salida. No ha esperado que viniera en forma de cese, cosa que no parecía probable, ni ha soportado la hiel de una grada que esperaba otras cosas llegados al punto navideño. No contaba con el brindis amargo del vino cordobés.

El Málaga es un histórico y en la etapa de Al Thani se han disparado muchos globos, unos más altos que otros, que han convencido al aficionado de que no valen los términos medios. Sea como fuere lo de Juande me ha sorprendido y solo veo dos explicaciones. Puede que haya podredumbres que, a cencerro tapado, se han ido comiendo la paciencia del entrenador o puede que el entrenador ya esté de vuelta y haya entendido que “a estas alturas de partido” él no está para aguantar conciertos de Navidad como el que La Rosaleda le regaló la otra noche.

Lo primero me parece muy de fútbol. Vestuario raro, mensajes que no se entienden, frustración porque no hay respuesta positiva a lo entrenado…todo lo que puede pasar para que un técnico arroje la toalla. Sin embargo un entrenador de largo recorrido como Ramos no debiera ver en esto un motivo para irse, al contrario, debería haber sido un reto para poner en valor sus conocimientos de fútbol y su capacidad para liderar un grupo hundido por los problemas de la competición.

Sin que tenga otro apoyo que la intuición, me inclino por la segunda teoría. Juande Ramos ha llegado un punto en el que considera que no está en esto para sufrir. El Málaga es un equipo atractivo, complejo y en proceso de reidentificación. Interesante para cualquier entrenador pero a Juande Ramos, eso me ha parecido, no le entusiasma pelear con los resultados, con lo singular de la estructura social y deportiva ni con la paciencia de una afición que está cansada de esperar. Ante un panorama así, el entrenador no se lo ha pensado. Ha mirado el nivel de presión, las posibilidades de refuerzos, el trabajo para reorganizar a la tropa y las pérdidas económicas. Todo esto lo ha puesto frente a la tranquilidad de descansar y esperar otro proyecto. Consecuencia: “Al primer tapón, zurrapa”. Para sufrir siempre hay tiempo habrá pensado. Particularmente me ha sorprendido y creo que la señal emitida no es buena. Sin duda él, experto y conocedor de la situación, tiene las claves. Extrañas desde luego pero suyas y legitimas. Suerte al Málaga.