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El Linares cae con el colista y Rivera se olvida de la «tremenda humildad»

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El Linares Deportivo cayó en la tarde del sábado (2-1) ante el Sanluqueño de un Falete que dio una lección de fútbol incluso a aquellos que más saben de este deporte.

 

El Linares Deportivo no estuvo bien en la tarde del sábado en Sanlúcar de Barrameda, especialmente en una segunda mitad para olvidar. En uno de los peores partidos de la temporada (y ya van unos cuantos), los azulillos enseñaron sus vergüenzas ante un colista que, sinceramente, va a más. Los gaditanos están comandados por un Rafael Carrillo «Falete» que supo leer el encuentro para darle a su equipo lo que necesitaba en cada momento.

Hoy, al contrario de lo que sería lo normal, me van a permitir que valore lo sucedido y después se lo cuente. Así lo entenderán ustedes mejor, si es que lo sucedido se puede entender.

El técnico azulillo sigue demostrando la poca confianza que le transmiten ciertos jugadores. Incluso lo muestra abiertamente en sala de prensa indicando que «cuando faltan dos compañeros, el equipo lo nota demasiado». ¿Acaso los que han salido hoy son cojos?. Rivera incluso asegura que mira al banquillo y no ve soluciones. Quedan pocas horas para el cierre del mercado y parece como si el entrenador no estuviera contento con los jugadores que se le trajeron en Junio y los que se le han traído en Enero. Pidió un delantero para sustituir a Curto y lo tiene. Pidió a Rueda y lo tiene (aún sin tránsfer), e incluso, no lo pidió y le trajeron a un futbolista como Juanfran que en Tercera demostró que en este Linares «tremendamente humilde» puede echar una mano cuando se le necesite.

Decir después de una derrota que echa de menos a los que hoy no pudieron estar, no debe ser precisamente una muestra de confianza a jugadores que hoy, de haber sido toreros, se hubieran plantado ante su adversario a porta gayola. Vimos a jugadores con ganas de encantar y de demostrar lo que, probablemente, a la afición azulilla ya han demostrado muchas veces.

En el banco de la suplencia se encontraban hoy el canterano Chomfli y Mario Sánchez. El primero, lateral izquierdo; el segundo, lateral derecho. El técnico azulillo sustituyó a ambos laterales titulares, Higinio y Joselu, que hoy ha visto la quinta amarilla y no estará ante el Extremadura. Ni Chomfli, ni Mario Sánchez disputaron un minuto, aunque al menos Mario calentó un par de minutos. Si bien hay que reconocer que el lateral derecho no aprovechó los minutos coperos para convencer al técnico.

Esto provoca que el equipo acabe siendo un caos. En realidad lo empezó siendo al ver a Álvaro Vega, una vez más, en el doble pivote. Entiendo que el técnico quiera contentar y/o premiar al central, pero para hacer esto, debería dar algún descanso a Gonzalo y Rosales. Pero claro, lo fácil es encontrar el hueco en el pivote y poner a Vega por delante de un Fran Lara que no da un ruido y por su carácter bonachón permite ser ninguneado. No vamos a descubrir ahora a Fran Lara. Los azulillos no.

Pues bien, Vega empieza jugando en un lugar que no es el suyo o al menos donde mejor rinde. Rosales acaba de lateral izquierdo, Corpas de lateral derecho, Luis Lara se supone que de extremo diestro, y así hasta que cualquier día, este humilde y maniático redactor  acabe jugando de portero. El equipo acaba siendo un puzzle difícil de encajar con tanto cambio de posición. Quizá debió ser valiente y colocar al canterano en la izquierda y a Mario en la derecha si pensaba que debía sustituir a Higinio (que hace un esfuerzo tremendo semana tras semana) y a Joselu, al que, al haber visto la quinta cartulina, dudo haya sustituído para reservarlo pensando en el Extremadura.

Podemos resumir la situación diciendo que, hoy el técnico no estuvo acertado ni en el banquillo, ni en sala de prensa. Primero, porque no acertó con los cambios y, quizá, tampoco colocando a Vega en el medio. Merece minutos el onubense, pero no en cualquier lugar. Y al decir que no acertó en los cambios, no señalo a los que entraron, ni mucho menos, pero si que con esos cambios se vio obligado a modificar la posición natural de varios futbolistas.

Por cierto, una vez más, Miguel Rivera demostró que no lee los partidos con claridad. Mandó a calentar a Juanfran, lo sentó, lo volvió a enviar a calentar y finalmente no jugó. Fran Lara se preparó para salir y acabó volviendo al fondo para calentar. Cierto es que esto pudo ser por un golpe que había sufrido Vega.

Pero todo no van a ser palos al técnico. Hay que reconocerle que ha hecho de Casi otro futbolista y, curiosamente, en una posición que no es la suya natural, algo que más arriba he criticado con Vega. Al César lo que es del César. Rivera confió en Casi, y este, con su trabajo, está respondiendo al técnico a la vez que nos cierra la boca a unos cuantos. A mi, el primero.

Vayamos al partido. Toda la culpa de lo sucedido no es del entrenador. El equipo hizo una segunda mitad nefasta. Si, algo dislocados por las decisiones llegadas desde la banda, pero los futbolistas también tienen un alto grado de responsabilidad. En el segundo tanto de los sanluqueños, por ejemplo, Mawi deja en evidencia a toda la defensa azulilla, y quien no quiera verlo así, tiene un problema para asimilar que todos podemos cometer errores. También los futbolistas del Linares. Si, ellos también se equivocan.

Lo cierto es que la primera mitad fue azulilla. A los 10 minutos, Ian centraba al área, donde esperaban Casi y Corpas, pero la defensa local evitaba el remate de los linarenses. En el 16 avisaron los de Falete. Gol anulado a Alberto Rodríguez por falta sobre Joselu. La falta existió, pero también vino provocada por la relajación en la acción del lateral. Cierto es que nadie avisa a Joselu de que, por detrás, viene una locomotora que lo acaba arrollando. Volvió a haber relajación en el 22, cuando Jose se plantó solo ante Lopito en el área pequeña. Por suerte, el portero tocó para enviar al esférico a saque de esquina.

En el 26, los locales reclamaron penalti sobre el propio Jose, y lo cierto es que pudo haberlo. Carlos García botaba varias faltas al área azulilla y siempre encontraba rematador. Llegaba el Linares al área de Diego y lo hacía por medio del Álvaro Vega, que a punto estuvo de peinar una asistencia de Rodri.

En el 33 iba a llegar el gol de los azulillos. Rosales aprovechaba una segunda opción para asistir a Casi que abría el marcador. Poco iba a dudar la alegría. En el 35, penalti inexistente de Joselu que Parada transforma. Compensación arbitral. Con el empate, lo siguió intentando el Linares. Casi tuvo otra oportunidad, sin ángulo, a pase de Rodri. También Corpas lo intentó aprovechando la asistencia de cabeza de Ian, pero Diego metió la manopla para evitar el tanto del bañusco.

Se llegó al descanso y ahí, Falete, demostró que estaba leyendo bien el encuentro. No dudó en mover el banco y dar entrada a Antonio Jesús. Los locales salieron más enchufados que los azulillos, a pesar de que en el 49, pudo haber una mano de Alberto Fernández dentro del área tras un intento de chilena de Casi.

Los locales se hacían con la pelota, y en el 62, Mawi, como decía anteriormente, dejaba en evidencia a la zaga azulilla. Parecía como si todos quisieran observar la conducción de balón del «7» del Sanluqueño. El extremo se plantó completamente solo ante un Lopito que nada pudo hacer para evitar el tanto. Era el 2-1 y los de Falete seguían siendo dueños de la posesión. Preocupaba la imagen azulilla porque apenas se llegaba al área de Diego García. La cosa pudo empeorar si en el 88 el colegiado hubiera concedido un dudoso penalti a favor de los gaditanos. Aunque también es cierto que los de Rivera podían haber sumado un punto (nada merecido) si Pekes no hubiera mandado arriba el último disparo. Tuvo que girarse el canterano y no afinó en el remate. Al menos el chaval remata a puerta. Canillas, el delantero deseado por Rivera, recuerden lo que aportaba. NADA.

Hay debate entre la afición azulilla comparando la temporada pasada con la actual. Lo cierto es que los números cantan por si mismos, pero la sensación que transmitía el equipo la pasada temporada era de que, a pesar de estar con el agua al cuello, estaba tocando su techo. Esta temporada en cambio, a pesar de estar mucho mejor clasificado, el equipo transmite la sensación de que podría estar algo más arriba. Con todos mis respetos, la plantilla ha cambiado y ha dado un salto de calidad esta temporada. Supongo que en eso estamos todos de acuerdo.

Pero no olvidemos la «tremenda humildad» de la que tanto habla Miguel Rivera. Esa «tremenda humildad» que a veces sirve como excusa es la misma que provoca que él mire al banquillo y no encuentre soluciones a pesar de que se le ha traído todo, o casi todo, lo que ha pedido. Jesús Medina debe ser como el genio de la lámpara. Rivera pide un deseo y Medina da el «ok» para que la dirección deportiva lo convierta en realidad. No podrá reprochar nada a la directiva. La «tremenda humildad» es la que provoca que los técnicos de la cantera, y concretamente Chico, hagan lo posible y lo imposible por formar a los chavales. Si, este equipo es «tremendamente humilde», pero no por ello está formado por inútiles. Quizá si por personas desmotivadas y con una calidad suprema. La «tremenda humildad» no debería servir para ningunear a chavales que, en la mayor parte de los casos, sueñan con triunfar con esta camiseta. Algunos, incluso, ya han triunfado alguna vez con ella. «HUMILDAD» también es saber valorar lo que se tiene.

A quien si hay que felicitar, como siempre, es a la afición. Más de 50 desplazados. Sobresalientes como siempre. Pena que volvieron decepcionados.

Será una semana larga para los azulillos. El domingo llegará a Linarejos el Extremadura. Con las cámaras de la televisión autonómica como testigos ¡Que el Señor nos pille confesados! Se acabó la alegría post-derbi.

 

Imagen de portada: Linares Deportivo.