Inicio 1ª División El baile más sencillo ante un rival fantasma (3-0)

El baile más sencillo ante un rival fantasma (3-0)

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Es tan guapo el Real Madrid en su medio del campo que no le hace falta mirarse al espejo para saber que esa noche va a triunfar. Isco, Asensio, Modric y el largo etcétera de malabaristas conforman, de largo, el mejor centro del campo del mundo. Se trata, por tanto, de una cuestión de belleza. Estos son los encargados de conectar con Cristiano Ronaldo, el más narcisista de todos. Él sí que se mira en el espejo para saberse guapo. Y lo es, pero no tuvo su noche ante el Eibar. Algo que no importa al luso, que se sabe tan superior que espera la llegada de los mejores equipos de Europa al Bernabéu para anotar de tres en tres, tanto en cuartos como en semifinales. Mientras tanto, ante los más débiles, pone en práctica sus tragicómicos aspavientos.

No le marcó CR al Eibar porque el conjunto vasco es el peor equipo que ha pasado por Chamartín en Liga. No parece quedar rastro del equipo ferretero y compacto que, la temporada pasada, consiguió arrancar un punto en Madrid. El 3-0 final se quedó corto ante un equipo insultantemente mediocre, que no propuso nada y que, en defensa, estuvo realmente blando. Los de Zidane ganaron casi por inercia, sin quererlo. Isco continúa con sus bailes preciosistas por la pradera del Bernabéu, lo que recuerda a la felicidad de Heidi cuando echaba a correr por las verdes colinas. Modric es un jugador imprescindible y Asensio demuestra partido a partido que está llamado a marcar una época. Y, entre todo esto, irrumpe el torbellino de Dani Ceballos, que realizó su primer gran partido ante su público.

Primero fue Ramos -con ayuda de un defensa eibarrés-, luego Asensio y, por último, Marcelo. Poca historia en un partido en el que podría haberse conseguido un resultado estratosférico si el Real Madrid no hubiese jugado a medio gas. Y no se ha de criticar esto a los de Zidane, pues la causa del cierto tedio se le debe, en su totalidad, al equipo vasco, carente de ideas y con ninguna convicción. Un escuadra absolutamente adocenada la de Mendilibar.

Menos mal que el técnico francés regaló al espectador unos veinte minutos de estética pura en la delantera. Benzemá es un jugador maravilloso, bellísimo en su fealdad, si se permite el oxímoron. Si el espectador disfruta del fútbol y no le gusta Benzemá es que, probablemente, esté renunciando voluntariamente a la felicidad. Medir a Benzemá por sus goles es como calificar a Vila-Matas por los libros que vende o a Tarkovski por los Premios Oscar que ganó. Es un delantero absolutamente necesario en cualquier club del mundo y, aún más en el Real Madrid, pues sirve como engarce vital entre el poblado medio campo y la portería rival, carente de delanteros puros y con Ronaldo falto de puntería. El tercer gol de los blancos fue una obra de arte posmoderna creada por el citado ariete francés y el alegre Marcelo, en la que tuvo la suerte de colaborar Theo. El exjugador del Alavés, titular ante el Eibar, estuvo activo aunque le faltó mordiente y efectividad en la zona ofensiva.

Los blancos se reconcilian con la victoria en casa y el conjunto armero tendrá que mejorar mucho si no quiere ser uno de los candidatos claros al descenso en su cuarta temporada consecutiva en la élite.

 

Foto: Realmadrid.com