Inicio Fútbol Provincial El Real Jaén no puede con un gran Villacarrillo (0-0)

El Real Jaén no puede con un gran Villacarrillo (0-0)

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Diego J. González.- El Villacarrillo CF hizo historia este domingo, plantando cara e incluso pudiendo haber vencido al Real Jaén. Un Real Jaén que nunca se encontró cómodo en el Veracruz, sin ideas, profundidad ni pegada. Mucho trabajo tiene Salva Ballesta por delante.

Día de efeméride donde las haya para Villacarrillo. Para la ciudad en general y para su club de fútbol en particular. Por primera vez en su historia, el Real Jaén visitaba el Veracruz en partido oficial. No el filial o el juvenil; no en algún bolo veraniego ni en alguna copa de tres al cuarto: en la misma categoría, en Liga, con todo lo que este término engloba para la gente del pueblo. De tú a tú, mirándole a los ojos al “gigante” lagarto. El mismo Real Jaén con el que, sin ir más lejos, muchos campiñeses vibraron en su ascenso a Segunda o sufrieron con su posterior descenso hace poco más de tres años. El Real Jaén “de verdad”.

Aunque el Villacarrillo ya no se halla en la cresta de la ola, en aquellos maravillosos años en los que se podía (y pudo) doblegar a cualquier adversario que se preciara, por mucho cartel que tuviera, en en el que la grada del Veracruz cantaba, arropaba, presionaba y en definitiva ayudaba a ganar partidos, el estadio lució sus mejores galas. Unas 1300 personas se congregaron para asistir a tan inédito choque, con gente llegada desde diversos puntos de la provincia, volviendo a evidenciar que Villacarrillo lleva unos años siendo la referencia futbolística en las comarcas de La Loma, El Condado y la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas. Una tarde para el recuerdo que añadir a tantas y tantas en esta última década.

Salva Ballesta suplió la baja del sancionado Luizinho en punta con Migue Montes, mientras que Párraga recuperó a Sabaca en la medular y ubicó a Jacob como 9. Toni volvía de celeste a su feudo para medirse al Real Jaén, el que fuera su club hasta hace unas semanas, del cual fue “echado a patadas”, como ha manifestado el protagionista. Caprichos del destino, guionistas morbosos.

El duelo arrancó como acabaría: igualadísimo. Los de Párraga saltaron al verde con el cuchillo entre los dientes, agresivos y extramotivados, envueltos en una atmósfera de partido grande, épico. Los capitalinos no encontraban su juego y difícilmente conseguían trenzar alguna jugada. Al cuarto de hora Pico dio el susto de la tarde, cayendo en mala posición en la pugna de un balón aéreo y teniendo que ser retirado en camilla. Manolillo le sustituyó en banda izquierda, flanco por el que los morados cargaron su juego, nunca con la sensación de verdadero peligro para el arco de Alberto, arropado con los imperiales Meissa y Abraham en la zaga.

Los celestes se lo fueron creyendo, con Toni dando la calma y el temple en la medular de la que hasta ahora había adolecido el club campiñés esta tamporada. Su sociedad con Cuevas comenzó a dar quebraderos de cabeza a la zaga jaenera, avisando dichos protagonistas con sendos chuts peligrosos antes de que antes del descanso Jacob se plantara solo ante Arellano y enviara al palo su lanzamiento cruzado.

La segunda mitad comenzó con una nefasta noticia para los locales. Toni se lesionaba tras un choque con Arellano en el que se pidió penalty, y su ausencia, aparte de privar de clarividencia a los ataques celestes, acarreó un retrasamiento de líneas del equipo, concediendo el dominio territorial a los visitantes.

El Real Jaén comenzó a tocar, con Cervera más atrasado tras la lesión de Rivera y con el talentoso Armero y Juan Carlos asociándose en tres cuartos de cancha. Los peores fantasmas se cernían para los de Párraga hasta que llegó la absurda expulsión de Armero, viendo la segunda amarilla al sacar una falta rápida cuando ya había pedido pasos.

Restaba un frenético último cuarto de hora en el que los locales, en superioridad, retomaron el esférico y soñaron con el triunfo, sobre todo cuando tras una jugada de potencia de Meissa, Facu no acertó a batir a Arellano en el área chica.

El empate final dejó sensaciones dispares en la grada: contrariedad en la parroquia capitalina, con el árbitro y con sus propios jugadores; satisfacción campiñesa, orgullosa de su equipo pese a no haber podido lograr la victoria. El Real Jaén tendrá que mejorar bastante para luchar por el ascenso, y en Villacarrillo, aunque “la cosa está muy mala”, que diría el eterno Chiquito de la Calzada, se recordará altivamente este empate. 12 de noviembre de 2017: el día que el Veracruz resistió al Real Jaén.

 

FICHA TÉCNICA

Villacarrillo CF: Alberto; Abraham, Meissa, Niza, Sergio; Sabaca, Juan Ángel; Cuevas (Sise, min. 82), Toni (Isaac, min. 53), Fran y Jacob (Facu, min. 71).

Real Jaén: Arellano; Juanlu, Ramón, Fragoso, Higinio; Rivera (Álvaro, min. 65); Cervera, Juan Carlos, Armero, Pico (Manolillo, min. 15 – Góngora, min. 83-) y Montes.

Sin goles.

Árbitro: Alcoba Montes (Granada). Amonestó por los locales a Niza e Isaac; por parte visitante a Ramón, Juan Carlos, Álvaro, Juanlu y al técnico Salva Ballesta, y expulsó por doble amarilla a Armero.

Incidencias: Municipal Veracruz, unas 1300 personas.  El estadio registró una de las mejores entradas de su historia gracias a los centenares de aficionados llegados desde la capital del Santo Reino, quienes en las horas previas disfrutaron de una jornada de convivencia por Villacarrillo, formando un ambiente festivo en la localidad. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de la madre del jugador local Jacob.