Otra vez volvió el Real Madrid a naufragar en Liga. Y lo hace ante, con el permiso del Málaga o el Deportivo, el equipo en menor forma en Liga, que solo necesitó apretar mínimamente las tuercas a la débil defensa del Real Madrid para marcar dos goles con los que empatar el partido.
La primera parte fue de absoluto dominio de los blancos, con un control total del esférico que no hacía presagiar, ni minimamente, que el partido se fuese a complicar. Ramos anotó su primer tanto en Liga al cuarto del hora del encuentro. Un córner bien botado por Kroos fue rematado por el sevillano de forma tímida, pero el intento de darle a la pelota de Benzemà despistó a Oier, y así puso el 0-1. Pudo anotar más goles el equipo de Zidane, pero fue el Levante, en una rara jugada, el que empató el envite por medio del exjugador del Moreirense Boateng.
No le quedaba otra al Real Madrid que echarse sobre la portería del Levante en la segunda mitad, y eso hizo, pero sin sensación alarmante de peligro. El entrenador francés sacó a Isco, y fue el encargado de poner el 1-2, que parecía definitivo. Pero este equipo no sabe cerrar los partidos, y de nuevo, una jugada extraña desencadenó el empate. El debutante Pazzini, gran goleador histórico europeo, hizo el 2-2 saliendo del banquillo.
Es el enésimo pinchazo liguero de los de Zidane, que ya solo le queda un milagro para superar al Paris Saint Germain el próximo día de San Valentín. La Liga es ya una utopía y, cada partido, un castigo. Si el FC Barcelona gana en Cornellá, la distancia entre ambos será de 21 puntos. Increíble.
Fotografía: Realmadrid.com
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