No fue un gran partido del Real Madrid, plagado de suplentes ante el Leganés, verdugo de la Copa. Pero lo saldó bien, con una victoria trabajada ante el equipo de Garitano, que realizó una buena segunda mitad y pudo empatar en algunos tramos de dominio.
Empezó genial el cuadro del sur de la capital. Bustinza, en el minuto 6, marcó el primero. Fue un gol bizarro: el defensa remata a bocajarro y Casilla yerra en el despeje. La pelota, así, queda para que la eche fuera Theo, pero el jugador despejó con tan tímida tibieza que Bustinza, que se lanzó con la cabeza a por el balón, lo golpeó y lo introdujo en la portería. Las dos caras de la moda: la endeblez del defensa blanco y el coraje y valentía del zaguero pepinero.
Pero la remontada se fraguó en la primera mitad. Primero Lucas Vázquez, tras un buen pase de Kovacic, puso el empate al cruzar la pelota. Y el 1-2 fue obra de Casemiro, tras una preciosa pared a varias bandas entre Benzemà, Lucas Vázquez y el propio mediocampista brasileño.
Tras una clarísima ocasión de El Zhar, que pudo significar el empate, el Madrid se hizo con el control, y fue Sergio Ramos el que sentenció el encuentro con un tanto de penalty, aprovechando la ausencia de Cristiano Ronaldo. Con este triunfo, el equipo de Zidane se sitúa tercero, y adelanta al Valencia.
Fotografía: Realmadrid.com
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